Por Eduardo Montejo //

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Para ello, partimos de los siguientes antecedentes:

Antecedentes

28 de septiembre de 2012. En la Ley de Presupuestos del ejercicio 2013 aprobado por el Consejo de Ministros en fecha 28 de septiembre de 2012 (Projet de loi de Finances pour 2013) el Gobierno propuso con efectos 1 de enero de 2013 un impuesto temporal del 75% para aquellos contribuyentes –personas físicas- respecto a las rentas altas. Con ello, se pretendía dar cumplimiento a la propuesta electoral formulado por el presidente François Hollande.

Este impuesto del 75% comprendía otras contribuciones en el ámbito de la Seguridad Social como por ejemplo la CSG (Contribución suplementaria para ayuda a los menos privilegiados) y CRDS (Contribución de repago de seguridad social).

El tipo impositivo del 75% aplicaba a la parte de rentas que excedieran la cantidad de 1 millón de euros. Por lo tanto, quedaban al margen de este impuesto otras rentas del capital (por ejemplo ganancias del capital, dividendos, stock options o intereses). Esta medida estaba inicialmente estaba prevista para los ejercicios 2012 y 2013.

29 de diciembre de 2012. El Consejo Constitucional consideró este impuesto incompatible con la Constitución Francesa dado que implicaba un “desconocimiento de la igualdad ante las cargas públicas”. El primer ministro francés, Jean- Marc Ayrault reaccionó ante esta decisión anunciando reajustes y nueva formulación del impuesto de cara a la próxima Ley de Presupuestos.

Su inconstitucionalidad residía principalmente en la incoherencia fiscal que podría producirse al someter a tributación cualquier cantidad por encima del millón de euros. Pensemos por ejemplo en dos hogares familiares. En el primer caso, solo trabaja el marido. Si gana 1,3 millones de euros, tendrá que pagar el 75% sobre la cantidad que excede 1 millón, esto es, 300.000 euros. En el segundo caso, si el marido y la mujer ganan cada uno de ellos 900.000 euros, no pagarían este impuesto, a pesar de que los ingresos globales alcancen la cifra de 1,8 millones de euros.

28 de marzo de 2013. El Presidente anuncia un nuevo impuesto temporal del 75% para salarios elevados. En este caso el gravamen no giraría directamente sobre los contribuyentes sino sobre todas las compañías que paguen a sus trabajadores salarios que exceden la cantidad de 1 millón de euros. Asimismo, se introduce una duración determinada de 2 años, esto es, aplicable a los ejercicios 2014 y 2015.

Para llevar a cabo este nuevo impuesto, es necesaria la elaboración del proyecto de ley adoptado por el Consejo de Ministros y remitido al Parlamento para su discusión y voto con anterioridad a la conclusión del año 2013.

Situación actual

El pasado 24 de octubre la Unión de Clubes Profesionales de Futbol de Francia (UCPF) tomó la decisión de convocar huelga para la totalidad de los partidos previstos para la Primera y Segunda división gala entre el 29 de noviembre y el 2 de diciembre. Ello supondría la primera huelga en Francia desde el año 1972, celebrada en aquella ocasión como protesta a los reducidos salarios.

Los principales argumentos de defensa de los clubes se centran en:

–    El actual déficit acumulado de los clubes de la liga francesa durante los últimos 3 años que ascenderían aproximadamente a 100 millones de euros;
–    El agravio comparativo respecto a otras ligas competidoras del entorno;
–    El incremento de la presión fiscal en un país con un sistema impositivo de tipos altos respecto al resto de países de la zona euro (se estima que entre jugadores y clubes, las cantidades aportadas a las arcas públicas el año anterior ascendió a 700 millones de euros) ; y
–    La pérdida de interés del inversor exterior (tras el camino recorrido por la inversión rusa en el Mónaco o la catarí en el PSG).

La cuantificación que realizan los clubes del impacto fiscal derivado de este impuesto ascendería aproximadamente a 44 millones de euros al año, afectando a 120 jugadores de 14 equipos galos.

Próximos acontecimientos

La medida ha sido inicialmente aprobada por los diputados y deberá pasar posteriormente por el Senado y volver a la cámara baja, Asamblea Nacional, para la aprobación definitiva con efectos 1 de enero de 2014.

Ante esta situación, y a la espera de nuevos acontecimientos, el futbol francés asume dos retos importantes. Uno de carácter internacional, como es competir con condicionantes (en este caso, de carácter fiscal) más desfavorables que los países de su entorno; y otro de carácter puramente nacional, en la medida en que la introducción de este gravamen no alcanzaría al club Mónaco al estar sujeto a normativa del propio Principado.

Una vez más, se pone de manifiesto la transcendencia e influencia de los impuestos y sus cambios normativos en el mundo del fútbol, tal y como supuso en nuestro país la entrada en vigor de la Ley Beckham introduciendo un régimen fiscal especial para impatriados que favoreció la llegada de un gran número de futbolistas extranjeros.

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Eduardo Montejo Rodrigo. Senn Ferrero Asociados Sports & Entertainment

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