Por Ramón Fuentes //
Hace ahora una semana conocíamos la resolución del organismo de Apelación de UEFA en relación a la sanción impuesta de 40000 euros por la Comisión de Disciplina del mismo organismo contra el Fútbol Club Barcelona por la presencia de esteladas, la reiteración de gritos a favor de la independencia y pitos al himno de la Champion con motivo del encuentro de la fase de grupo de la Liga de Campeones disputado esta misma temporada en el Camp Nou entre el equipo azulgrana y el Bayern Leverkusen. Decisión que no hacía sino ratificar la el castigo adoptado por el primer organismo; dejando como última instancia de recurso el Tribunal Suizo del TAS. No olvidemos que es la segunda sanción de este estilo impuesta al club azulgrana después de los 30000 euros en la final de la pasada edición de la Liga de Campeones ante la Juventus de Turín.
Como ya había anunciado previamente el Fútbol Club Barcelona, ahora su intención es recurrir a esta última instancia deportiva para defender sus derechos. Resolución que, como pronto, no se conocerá hasta dentro de tres o cuatro meses. Es decir, en el mejor de los escenarios, nos situaríamos a final de temporada.
Paralelamente a este procedimiento conviene recordar que la UEFA decidió el pasado mes de octubre, precisamente tras anunciar esta última sanción de cuarenta mil euros, que dejaría en suspenso todos los expedientes similares abiertos contra el club azulgrana mientras que no hubiera un dictamen definitivo del propio TAS. Algo que insisto, como muy pronto, no se sabrá hasta el próximo de abril o mayo.
Un durísimo informe del delegado de UEFA. El más prestigioso en el organismo europeo
Conviene recordar también que semanas después de este anuncio por parte de UEFA el Barcelona volvió a disputar un nuevo partido de la Liga de Campeones en el estadio azulgrana. Fue el pasado 3 de noviembre ante el Bate Borisov. Ese día el club azulgrana convirtió el estadio en un manifestación total de queja contra UEFA además de poblar las gradas de esteladas; de una pancarta grande pidiendo respeto al propio organismo europeo y de volver a pitar de forma contundente el himno de la Champion cuando sonó por los altavoces del Camp Nou en los instantes previos al comienzo del encuentro. En concreto fueron 30000 esteladas que se repartieron en los exteriores del estadio por parte de cuatro entidades soberanistas: Asemblea Nacional Catalana; Omnium Cultural, Drets y la Plataforma Proseleccions Catalanes. El club azulgrana, si bien no puso ningún reparo, no actuó nunca como impulsor de la misma.
Pues bien, según ha podido saber IUSPORT; el delegado informador de UEFA presente aquel día en Barcelona ha elaborado un durísimo y contundente informe sobre lo sucedido aquella noche en el estadio del Camp Nou. Además, y también según información a la que ha tenido acceso IUSPORT, no se trata de informador cualquiera. Para evitar que se repitieran todas las críticas que se habían vertido con la delegada ucraniana Ana Bourdigova, responsable del informe de la final de la Champion en Berlín; la UEFA designó para este partido a su mejor delegado informador. Se trata de un suizo que en su día estuvo presente y fue el encargado de elaborar el informe de lo sucedido en el Ajax- Real Madrid ya famoso por las autoexpulsiones de Xabi Alonso y Sergio Ramos bajo la connivencia del portugués José Mourinho. Es difícil de olvidar la imagen de Iker Casillas acercándose a la portería de Dudek para que este comunicará al sevillano y tolosarra que forzaran la quinta amarilla para cumplir ciclo antes de entrar en la segunda ronda de la Liga de Campeones.
Este comportamiento antideportivo que reflejó claramente el delegado suizo en su informe le supuso dos partidos de sanción a Mourinho además de un posible tercero si repetía dicho comportamiento en los siguientes tres años. Además fueron multados todos los jugadores implicados, el propio Mourinho y el Real Madrid.
Volviendo al Futbol Club Barcelona, el informe del delegado es tremendamente contundente no sólo con lo sucedido dentro del estadio sino también en los exteriores del Camp Nou. La UEFA tiene en su poder vídeos que acreditan que se también en los exteriores se produjeron manifestaciones de tipo político, algo que también está terminantemente prohibido. Luego se trata de una sanción independiente a lo sucedido en el interior, donde además sería reincidente.
La UEFA considera que tiene razón. Hay multitud de precedentes similares
Ahora por tanto la clave está en la decisión que adopte el TAS. De su veredicto final depende todo lo que acontezca en el futuro. Dos son las opciones: Por un lado la de el organismo europeo del fútbol que defiende que el Fútbol Club Barcelona está convirtiendo su estadio en una manifestación política, algo que está terminantemente prohibido según está recogido en el punto E del artículo 16 del actual Código Disciplinario. Y por otro la postura del Barcelona que piensa todo lo contrario, que se trata de una manifestación social ajena a cualquier connotación política, es el libre ejercicio de libertad de expresión.
Desde la propia UEFA consideran que tienen claramente la razón, principalmente porque cuentan con enormes precedentes de casos similares e incluso menores donde los clubes han sido sancionados.
Lo cierto es que una decisión favorable a UEFA, y de continuar el Barcelona con esta actitud desafiante, provocaría una delicada situación para la entidad azulgrana. Porque al margen de la sanción de 40000 euros que sería efectiva con carácter inmediato, habría que sumar todos los expedientes que hayan sido acumulados hasta entonces, empezando por este mencionado del Fútbol Club Barcelona- Bate Borisov. Y como bien queda expuesto en el artículo 14 del mismo Código Disciplinario, la reincidencia conlleva como poco el cierre del estadio y una multa de 50000 euros. Y en caso de continuar con esta actitud se impone “más de un partido a puerta cerrada, la pérdida del partido, la deducción de puntos en la competición o incluso la expulsión de la competición”.
Y además estas medidas, vuelvo a insistir, sería de aplicación inmediata independientemente de que el Fútbol Club Barcelona decidiera continuar recurriendo a la justicia ordinaria, llegado incluso al Tribunal de Estrasburgo.