Por Ramón Fuentes //
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Recientemente han tenido lugar en Valencia las segundas jornadas físico-técnicas de los árbitros del fútbol profesional. En esta ocasión, a diferencia de lo que viene siendo habitual, está tuvo lugar en Valencia y no en las instalaciones de la Ciudad del Fútbol de las Rozas. Como suele ser costumbre en este tipo de encuentros los árbitros, además de pasar las pertinentes pruebas físicas, tuvieron también la habitual charla técnica donde se analiza los aciertos y errores cometidos desde la primera reunión de la temporada que tuvo lugar a mediados del pasado mes de noviembre.
Entre los distintos mensajes que se envió a todos los árbitros y asistentes de Primera división hubo uno por encima del resto: hay que acabar con las protestas airadas de los jugadores. Dentro del estamento arbitral consideran inadmisible como viene proliferando de un tiempo a esta parte unas protestas desmesuradas de ciertos jugadores con el trío arbitral y, especialmente, con la figura del colegiado. Hemos llegado a ver incluso a jugadores encarándose y desafiando a la figura arbitral. Y esto no puede repetirse, menos ahora que la competición entra en su fase decisiva de la temporada.
Por eso la orden recibida por parte todos los colegiados fue clara. Toda aquella protesta que se extralimite lo más mínimo debe ser sancionado inmediatamente con la tarjeta amarilla. Sólo en el caso de que esta se excede es cuando debe ser sancionada con la tarjeta roja.
Si bien no se quiso puntualizar detalladamente acerca de los clubes que más dados son a este tipo de acciones. Si es cierto que hay una serie de equipos más propensos a esta forma de actuar. Entre esta lista podríamos incluir al Atlético de Madrid, Éibar, Real Sociedad o el Almería de Juan Ignacio Martínez.
Analizando caso por caso, en el equipo rojiblanco este tipo de actuaciones un reflejo claro de la intensidad que inculca el propio Diego Pablo Simeone desde el banquillo. Llama la atención dentro del estamento arbitral cómo ha ido creciendo este tipo de comportamiento en el Éibar con el transcurso de la temporada. En el Real Sociedad es más evidente desde la llegada de Moyes al banquillo donostiarra, y lo mismo sucede en el Almería con el fichaje del nuevo técnico Juan Ignacio Martínez.
Es por eso que los árbitros llevan ya mostrándose desde hace un par de jornadas mucho más tajantes en este tipo de situaciones. Y así van a continuar hasta final de temporada. Permitir las protestas excesivas puede inducir a una pérdida de autoridad de la figura arbitral con el peligro que puede suponer en el desarrollo final del encuentro. El CTA no quiere más imágenes como las que se han visto en determinados campos donde los jugadores prácticamente se han encarado cara a cara con el árbitro con un tono claramente desafiante.
