Por Ramón Fuentes //
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Dentro de la escalada de tensión que viven la Liga de Fútbol Profesional, el Consejo Superior de Deportes y la Federación Española de Fútbol, mucho se ha dicho acerca de las cantidades que la patronal aporta al ente federativo en virtud del convenio de coordinación existente entre ambas.
Convenio que firmaron el pasado 11 de agosto pasado Javier Tebas, como presidente de la LFP, pero no Ángel María Villar, el presidente de la RFEF, sino Juan Padrón, vicepresidente económico de la misma, sin que ello obste a su legitimidad, pues estaba facultado para ello. Pero es una ausencia anómala que vendría a confirmar el momento de tensión existente entre ambas partes. Dicho convenio debería estar vigente hasta el 30 de junio del 2018.
Desde hace unas semanas la Liga de Fútbol Profesional viene insistiendo en una cifra económica clara cuando se refiere a la ayuda de la patronal en dicho convenio de coordinación. Concretamente 30 millones de euros.
Si nos atenemos el documento firmado por ambas partes y al que ha tenido acceso IUSPORT, la primera partida importante de ayudas de la LFP a la RFEF responde a los sueldos del estamento arbitral. Esta temporada 2014-2015 esa cifra asciende a 13.278.080 euros; a lo que hay que sumar otros 2.189.801 euros en concepto de alojamientos y dietas. Existe una última partida en este aspecto relativa a los cursos y cuyas cantidades ascienden esta temporada a los 95.049.52. Todas estas cantidades deben ser revisables con su IPC en cada una de las cuatro temporadas que dura el actual acuerdo.
La segunda partida más importante responde al actual formato de competición de la Copa del Rey. En este apartado, y dado que es a doble partido desde que se incorporan los clubes profesionales, la LFP abona la cantidad anual de 3.814.828 y tiene como destino finalista los clubes de la Segunda División B y la Tercera División. Este pago se realiza en dos tramos. Uno al principio de la temporada y otro en la fecha de 30 de junio o antes de la finalización de la misma campaña. También son cantidades que se verán incrementadas con su IPC correspondiente en cada una de las temporadas que dura el acuerdo LFP-RFEF. Precisamente el pago de parte de estas cantidades fue denunciado por la RFEF en la Junta de ayer martes. Además en la Supercopa de España la RFEF debe recibir el 10% de los ingresos brutos en concepto de publicidad, taquillaje y derechos de retransmisión.
Pero siguiendo con los números, la tercera gran asignación de la LFP a la RFEF responde a los gastos que originan los clubes profesionales en la actividad federativa. Cantidad que asciende a 886.440 euros por temporada.
Aquí es donde llegamos a uno de los puntos más conflictivos del convenio y que más está dando que hablar. Se trata de la aportación de la LFP al fútbol base, especialmente a las distintas federaciones autonómicas. Concretamente, son 6.727.317 euros. Cantidad que la LFP ha dejado caer en algún momento que no llegan nunca al destinatario establecido. También estas cantidades se abonan en dos plazos.
La RFEF reclama a la LFP las cantidades del primer tramo del acuerdo audiovisual
La última gran asignación, que también hemos detallado en IUSPORT al igual que todas las anteriores, responde a la autorización para disputar encuentros de Primera y Segunda división el viernes anterior a la jornada o el lunes posterior. Y por este concepto la LFP abona a la RFEF la cantidad de 3.300.000 euros; también sujeta al incremento del IPC durante las próximas tres temporadas.
Pues bien, el pago del primero de los tres plazos previstos fue denunciado por la RFEF en la Junta celebrada ayer martes 24 de febrero. Se trata del segundo tercio de la cantidad total, 1.100.000, y que debía haber sido abonada antes del 31 de diciembre.
Así pues, una vez analizadas todas las partidas, llega el momento de sumar el total. Y, dígitos arriba o dígitos abajo, la cantidad que esta temporada debería abonar la LFP a la RFEF es de 30.291.515 euros.
Luego, los números denunciados por la Liga de Fútbol Profesional son totalmente ciertos; como también parece ser, según lo manifestado por la RFEF, que algunas de esas cantidades que deberían haber sido abonadas, todavía no se han saldado. Lo cierto es que estas cantidades no se fijan de un día para otro sino que responden a meses de negociación entre ambas partes antes de la firma final. El hecho de que ahora salgan a la luz es un evidente reflejo de esta guerra que sufre actualmente el fútbol en los despachos. Veremos cómo acaba, pero visto lo visto, no descartamos que la ejecución del convenio de coordinación sea otro de los puntos que acabe distanciando aún más a la patronal y el ente federativo.