Por Blas López-Angulo //

_________________________________________________________________________________________

Hace 15 días mientras toda la península ibérica solo vivía para la final de la “Champion Lis” (Rajoy se adapta sin esfuerzo alguno a la pronunciación castiza), este humilde juntaletras seguía con pasión los poco glamourosos play offs de ascenso a segunda, y a segunda B, antaño tercera, cuando aún se sabía contar.

Adentrarse en el averno de la tercera división, y sobre todo la cuarta (en otros países un tanto raros la cuarta es la cuarta), no es tan sencillo como parece. Evoqué entonces un pasado cercano y casi glorioso de aquel Badajoz que estuvo a punto de subir a primera, y en cuyo intento perdió la vida. Como tantos se endeudó persiguiendo el Dorado,¡qué hermoso ejemplo para todos el Eibar! Lo que desconocía es que, como ha pasado en otras ciudades, en la actualidad su sucesión legítima se la disputan varios equipos. Por lo visto, no es materia pacífica ni mucho menos.

Ahora mismo el Badajoz CF, que milita en el grupo XIV de la Tercera División, es un equipo profesional con algo de pasta, pero sin el fervor de la grada. Incluso, con el odio de la grada. En el enfrentamiento que en aquella columna anunciaba, mis paisanos de Haro que viajaron hasta esos confines no estuvieron solos: ¡había pacenses que les apoyaban! ¿Porqué?

Hay otro equipo, con más calor popular, El Badajoz 1905. Por su nombre ya podréis adivinar que apela a la historia y su abolengo como su razón de ser. Les debe faltar dinero, pero no corazón y razón. Andan en otros play offs, aún más humildes, los de regional, entre equipos de Extremadura. En la ida vencieron al Aceuchal 3-4.

 

El otro Badajoz que remontó la península para tratar de remontar el insuficiente1-1 viajaba solo, y aún peor, con el fantasma del Badajoz 1905 acechando. Granizó y les llovieron piedras sabiendo que su ascenso, y no el suyo, les condenaba. Para las causas espurias no cabe más legitimación que el éxito. Ya se sabe que las derrotas son huérfanas y las victorias tienen mil padres.  

Sigo la pasión vehemente que persigue el club decano de La Rioja, -¡que cien años no es nada!-, “ligar bronce”. Al Haro Deportivo le ha tocado en suerte un duro rival, el Langreo, segundo de la Liga asturiana. Por cierto, el primero, el Lealtad de Villaviciosa, ya ha subido. Se llama Unión Popular Langreo, su historia es muy diferente a la de los extremeños.

Como reza en su acta fundacional, 4 de julio de 1961, el fútbol no era ajeno a los marcados localismos en Langreo, existiendo gran rivalidad entre los principales, el Racing de Sama y el Círculo Popular de La Felguera: “…Sólo múltiples beneficios se pueden obtener de dicha unificación, para todo el concejo, no ya los que se derivan propiamente de tipo deportivo, como sería constituir un conjunto de mayor eficiencia en las competiciones, que represente dignamente a Langreo y a tono con su importancia, con las miras puestas en el ascenso a la categoría inmediata superior, ofrecer al pueblo mejor fútbol, etc., etc., sino que, siendo este deporte eminentemente popular, pueda servir de aglutinante…

Resulta anacrónico y carente de eficacia práctica al pretender hacer pervivir esos ancestrales e injustificados resentimientos, y que, aparte del lamentable espectáculo que ofrecen, tanto entorpecen la buena marcha y favorable evolución del Concejo, y sin duda esa unión en el fútbol, por ser el deporte más sentido y vivido, servirá a la más auténtica de las uniones, no sólo en lo deportivo, sino también en todas las relaciones de la población langreana”. Tomen ejemplo, tantos y tontos

 

Por IUSPORT

Si continúa navegando acepta nuestra polìtica de cookies    Más información
Privacidad