Por José Miguel Fraguela //
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El árbitro internacional Antonio Mateu Lahoz ha sorprendido este martes con unas declaraciones en las que advierte de que una adscripción del colectivo arbitral a la Liga de Fútbol Profesional (LFP) afectaría a su independencia del mismo.
Así se manifestó en la clausura de la jornada inaugural del reciente Congreso de la Asociación Española de la Prensa Deportiva, que se celebra este martes 3 y miércoles 4 en La Nucía (Alicante).
Dice Lahoz que dejarían de ser «independientes» si dejaran de pertenecer al Comité Técnico de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
Ahí es donde patina el colegiado. Si el estamento arbitral que agrupa a los profesionales fuese adscrito a la Liga, es obvio que esta crearía en su seno un comité similar al que actualmente existe en la RFEF.
El colegiado confunde, pues, el «órgano» (comité) con la «institución» a cuya estructura orgánica pertenece. La independencia sería la misma, la misma, exactamente, de que disfrutan (o sufren?) en la actualidad.
Por eso, no se comprende bien la afirmación de que es «imposible depender de la Liga porque dejaríamos de ser independientes».
Y conste que aquí no hablamos de si el comité arbitral tiene o no personalidad jurídica propia, que sabemos no tiene, sino de su autonomía funcional, que les corresponde estatutariamente y todos proclaman pero no todos respetan, incluidos los árbitros.
