Por Blas López-Angulo //
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Era ministro Fraga de Información y Turismo cuando auspició la exitosa campaña de cara al turismo internacional “Spain is different”. El lema, a su pesar, tuvo una cara interior más crítica. De poco nos servía vender nuestro trasnochado exotismo, como si aún viviéramos en los tiempos de Gautier. El eslogan, en realidad, reflejaba la anomalía política y social de España frente a las democracias de Europa Occidental.
La Comisión Delegada de la LFP acaba de acordar, por unanimidad, ratificar la denegación de la inscripción del Real Murcia SAD en la Segunda División, llamada con cierta ñoñería, Liga Adelante, especialmente en esta hora cruel para todos los murcianos.
España y los organismos que rigen el fútbol profesional quieren dejar de ser diferentes y se han propuesto aplicar sin excepciones la Ley del Deporte vigente y demás normas legales y estatutarias. Ahora bien, olvidando tantos tratos de favor, sería deseable en el inmediato futuro no dilatar en exceso la toma de decisiones, más aún aquellas del rigor de las presentes. Se evitarían las zozobras paralizantes y las presiones políticas y populares como las habidas. Puede que en el caso del Racing de Santander estén justificados los plazos concedidos. En todo caso, podrían adelantarse las fechas de manera que a quince días del comienzo de la Liga no haya cuatro clubes sin estar seguros de su categoría, con lo que esto supone para la estabilidad (incluida la emocional) de los jugadores y la correcta planificación de la nueva temporada.
El señor Samper, presidente del Real Murcia, anunció hace un mes un principio de acuerdo con la Agencia Tributaria del que nada más se volvió a saber. Parece que todo el mes de julio ha sido baldío. El 31 de julio de 2014, le fue comunicado a su club que no cumplía los requisitos legales y estatutarios para la participación en competiciones profesionales, concretamente por haber incurrido en el supuesto contemplado en el apartado c), del artículo 55 (el no cumplimiento de los ratios económico financieros previstos en el apartado 17º del artículo 55 de los Estatutos Sociales). En esta semana extra, nada nuevo ha aportado, salvo las conocidas presiones que nada benefician a la imagen del fútbol español. De hecho, la LFP debió ya decidir entonces, pues no caben ampliaciones de plazo sino para subsanar posibles defectos documentales.
Asimismo, el Juez de Disciplina Social sanciona al club granota con “Descenso de categoría” y multa accesoria por importe de 180.303,63.-€ , en el marco del expediente 2/2014-15, al concurrir reincidencia. Por lo visto, este abogado madrileño, enriquecido con proyectos como el estadio de la Nueva Condomina (otro fastuoso derroche de la era del ladrillo) y un centro comercial en la zona urbana conocida como La Churra, podría encarnar alguno de los personajes de estos años febriles de corrupción, especialmente en el Levante español, de las magistrales novelas del mejor de nuestros novelistas, Rafael Chirbes. “Crematorio” o “En la Orilla” son el testimonio veraz de una plaga de constructores. En su mayoría, el fútbol viene a ser la plataforma ideal para sus manejos y beneficio personal.
Garantizar la racionalidad económica financiera en el fútbol profesional, mejor ahora que a mitad del partido. No obstante, señor Tebas, sobran declaraciones “ostentóreas” ,y bien llegada sea la senda también de la formalidad y racionalidad jurídica al deporte español.
