Por Xavier-Albert Canal Gómara //
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Bueno, también hay otros 40 abonados a una sociedad, parece que del padre del jugador, sin saber muy bien el motivo. O mejor, no explicado por confidencialidad. Cláusula que nos garantiza no tener derecho a conocer. Y eso que los socios somos los propietarios del club.
Tampoco voy a hablar de los supuestos problemas judiciales que dicen que tiene el presidente del Barça en Brasil. El motivo de este texto es una escueta noticia publicada en la versión inglesa de la web del club (no supe encontrarla ni en la versión catalana ni en la castellana) en la que se anunciaba un acuerdo con el banco saudita Samba Financial Group, por el que éste pasaba a ser el banco oficial del Barça en aquel país. Adjunta a la noticia, una foto del vicepresidente económico y los mandatarios de la entidad camiseta en mano, con el número 1 y el nombre de SAMBA arriba y de UNICEF abajo. Si sólo miras la foto parecería que se ha fichado a un brasileño como sustituto de Valdés. El nombre o acrónimo carnavalesco tendría su gracia si no fuera porque en Arabia Saudita las mujeres no sólo no pueden ir por la calle vestidas como les de la gana, sino que ni tan siquiera pueden conducir.
Pues bien, a fecha de hoy, nada más. Ni a qué obliga, ni cuanto va a recibir el club, ni nada de nada. La misma transparencia que hubo con Qatar Sport Investments (QSI), que era sólo para la camiseta del primer equipo de fútbol, unos 30 millones por año, y llevando el nombre de una fundación porque tenía los mismos valores que el club –Faus dixit– y luego comportó, no sólo la camiseta, sino un acuerdo global con publicidad de la desprendida fundación en todos lados. Y por hechos consumados. Primero firma y luego, forzados por las circunstancias, tuvo que someterse a la ratificación de la Asamblea. Como el que paga (QSI) manda, ahora llevamos la publicidad de Qatar Airways -desconozco si los valores perduran-, y, por el mismo precio, nos envuelven el estadio (adiós nombres de los que sudaron la camiseta) y decoran las localidades del gol norte con el nombre de la aerolínea. A vista de pájaro, o en un avión de la citada compañía, la conjunción del “Qatar Airways” del gol norte, con el “més que un club” que figura en el lateral, parece publicidad subliminal. Chapeau para el autor.
Volviendo a SAMBA, espero que pronto sepamos los acuerdos. La opacidad del estado del banco contratante no debe mermar la transparencia de la que tanto se ha llenado la boca la junta más votada de la historia del Club.
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NOTA DEL AUTOR: Este artículo de opinión no jurídica fue descolgado de la web de información deportiva al que estaba destinado a las pocas horas de su publicación sin ninguna explicación.