La confesión del “piscinazo” por Arjen Robben, replicada por la cadena Cope poco después de concluir el partido contra Mexico, exponía a una sanción de la FIFA. El defensa de la selección de México Rafa Márquez aseguró que el delantero holandés Arjen Robben le reconoció que no fue penalti la pena máxima que terminó con los americanos en los octavos de final del Mundial de Brasil ya en el descuento, factor que le ayudó a señalar al colegiado como culpable de la derrota 2-1.
En un princpio hablábamos de una inocencia que difícilmente cometería un jugador latino, pero el crack holandés aclaró posteriormente que la confesión de que se había tirado no se refería a la jugada que desembocó en el penalti señalado por el colegiado. Robben matizó que fue en una jugada anterior cuando se había tirado.
Pocos minutos después de que Sneijder empatara el partido, sobre el minuto 87, se produjo el dudoso penalti de Márquez a Robben, ya en tiempo de descuento.
Aunque parece que sí hay un leve contacto, no queda claro que fuese desencadenante de la caida; parece que el holandés exageró la zancadilla. Marcó Huntelaar el penalti y el 2-1 final llevó al equipo de Van Gaal hasta cuartos.
Normativa
Dice el art. 57 del Código Disciplinario de la FIFA
«Ofensas al honor y deportividad
El que a través de palabras o gestos injuriosos, o por cualquier otro medio, ofenda el honor de una persona o contravenga a los principios de la deportividad o la moral deportiva, podrá ser sancionado conforme al art. 10 ss» (Se entiende y arts. siguientes).
Art. 11 Sanciones a personas físicas
«Las siguientes sanciones son aplicables solamente a las personas físicas:
a) amonestación;
b) expulsión;
c) suspensión por partidos;
d) prohibición de acceso a los vestuarios y/o de situarse en el banco de sustitutos;
e) prohibición de acceso a estadios;
f) prohibición de ejercer cualquier actividad relacionada con el fútbol».
Por otro lado, la Regla 12 (FALTAS E INCORRECCIONES), se dice:
«Amonestaciones por conducta antideportiva
Existen diferentes circunstancias en las cuales se amonestará a un jugador por conducta antideportiva; por ejemplo, si el jugador «comete de forma temeraria una de las siete infracciones sancionables con un tiro libre directo, entre otros supuestos, por «intentar engañar al árbitro simulando una lesión o pretendiendo haber sido objeto de infracción (simulación)»
Por último, nos parece obvio que en competiciones tan importantes está más que justificado el uso del vídeo para resolver sobre la marcha jugadas tan trascendentes. Lo cual no significa que las imágenes sean siempre concluyentes. En el caso de este domingo, el vídeo deja la duda de si realmente el pie de Marquez corta la evolución de Robben. Aquí lo que sí ha sido determinante es la confesión del propio jugador, luego desmentida por él mismo.
Nos remitimos a los múltiples artículos que Iusport ha dedicado a esta problemática, derivada de la resistencia numantina de la FIFA a incorporar las tecnologías como ayuda a los árbitros.
No obstante, fruto de la presión de los aficionados, que no soportan que su equipo se vea eliminado por un gol fantasma, la FIFA ya ha cedido en algo, el Ojo del Halcón en la línea de gol.
Es esperable que el presidente que suceda a Blatter de ese paso que muchos pedimos en cuanto al uso del vídeo en tiempo real.
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