Por Ramón Fuentes //
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Es evidente el descenso sistemático y preocupante que lleva años experimentado la recaudación de las Quinielas. A falta de conocer los datos de la primera parte de la presente temporada, la caída del juego por excelencia supera los 10 de millones de euros. Así hemos pasado de una recaudación superior a los 17,5 millones de euros que tuvo la Quiniela en la temporada 2003-2004, a los apenas 7,5 millones de euros que hubo en la gran mayoría de las jornadas de la temporada pasada.
Este preocupante descenso llevo a Loterías y Apuestas del Estado a introducir novedades a principio de esta temporada. Cambios como el Pleno al 15, que obliga a acertar el número de goles en un determinado partido, o la introducción de partidos de ligas europeas o el lanzamiento de la aplicación para móviles y tabletas “La Quiniela en vivo”, que permite realizar el seguimiento en tiempo real de los resultados de la jornada.
Cambios que tampoco se han reflejado a un cambio de tendencia en la afición respecto a uno de los juegos con más tradición en nuestro país. En principio la forma de contrarrestarlo ha sido con una fuerte política de popularidad recordando que las Quiniela es el sorteo que más dinero entrega con la apuesta más barata, apenas un euro. Recientemente incluso a los medidos se comunicación se nos presento la apuesta del año, una variedad donde los 40 futbolistas menores de 24 años optan a convergirse en el Jugador Apuesta del año de esta temporada.
Es una variedad que consiste en elegir los 15 mejores de esta lista de 40 utilizando los tradicionales signos de la Quiniela. El 1 representa un punto, la X significa 1,5 puntos y el 2 otorga dos puntos de valoración. Variedades amparadas en el espíritu clásico de la Quiniela.
Pero el gran cambio podría llegar en el 2015 y consiste en tratar de competir con las grandes casas de apuestas que operan en nuestro país. Dicho de otro modo, que la Quiniela ofrezca la posibilidad de apostar casi hasta el último momento sobre cualquiera de los partidos de la jornada. Lo mismo que puede hacer ya cualquier usuario en operadores como BWIN, William Hill, Bet365, etc.
Se trata de un proyecto ambicioso que requiere una logística muy potente tanto presencial en las distintas administraciones como también a través de la red. Es por eso que Loterías y Apuestas del Estado contrato a finales del verano pasado a un especialista en este sector procedente de estas grandes casas de apuestas. En sus manos esta darle forma y poner en marcha esta nueva variedad de Quiniela que supondría saltar al ruedo y pegarse con los grandes imperios de las apuestas cotizadas. Cualquier usuario podría apostar, además de al modeló tradicional de Quiniela, sobre cualquiera de los partidos que se disputan. Y lo podría hacer hasta momentos antes del comienzo del encuentro. No sólo esto sino el resto de multitud de posibles variables de apuestas alrededor de un partido que ya existen en la actualidad.
De momento no hay fecha prevista para la puesta en marcha. Tratándose de una cosa dependiente del Estado exige unos tiempos mucho más pausados y lentos. Pero quien sabe si podría ser la gran novedad para este año 2015 que comienza mañana miércoles. Parece evidente que las Quinielas deben seguir buscando innovaciones, cambios para evitar esa tendencia de pérdida en la recaudación. Y, sin duda, las apuestas cotizadas podría ser una innovación o un brote de aire fresco.