Por Ramón Fuentes //
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La medida planteada por la Comisión Nacional Antiviolencia del cierre parcial y total de los estadios ante incidentes de carácter racista, xenófobo y violento no es nueva. No es algo que surja ahora como reacción en caliente tras los graves incidentes del pasado domingo.
La propia UEFA; promotora de esta normativa de obligado cumplimiento en la Liga de Campeones y Liga Europa, insto recientemente a todas las federaciones nacionales a que la aplicaran lo antes posible en sus respectivas competiciones domésticas.
El pasado mes de mayo tanto el Comité Ejecutivo de UEFA como el Consejo Estratégico del Fútbol Profesional, que cuenta con representante de las federaciones UEFA, los clubes y sindicatos, retiraron la necesidad de que estas medidas tuvieran, lo antes posible, una aplicación en todas las competiciones pertenecientes al hemisferio UEFA. Tanto estas medidas como también el conocido como «protocolo de tres pasos» que permite al árbitro abandonar un partido cuando se produzcan incidentes de carácter racista.
Medidas que están vigentes en UEFA desde junio del 2013 y que son implacables en materia de racismo, violencia y xenofobia. El primer incidente de esta índole supone el cierre parcial de la grada donde tiene lugar el incidente. Además la zona inhabilitada se cubre con una lona donde se lee claramente un mensaje de condena total al racismo.
En caso de reincidencia, la UEFA sanciona al club con el cierre total del estadio además de una multa económica de 50000 euros. Son muchos los clubes europeos que ya han sufrido este nuevo reglamento durante este año y medio que lleva vigente, incluido el Real Madrid. No sólo los clubes son duramente sancionados en caso de comportamiento de este calibre. Cuando son los jugadores los protagonistas de este tipo de comportamientos, el máximo organismo europeo establece un castigo que puede llegar a los diez partidos de sanción.
El detonante de esta urgente modificación fue el incidente del gas lacrimógeno en el Estadio del Madrigal
Esta modificación que pretenden aprobar el próximo jueves conjuntamente tanto el CSD, LFP y la RFEF no es nueva. De hecho la Federación Española de Fútbol lleva meses trabajando en esta modificación que tenía previsto implantar a partir de la próxima temporada 2015-2016. El detonante que hizo saltar las alarmas acerca de la urgente modificación de la normativa fue el incidente del lanzamiento del bote de gas lacrimógeno acontecido la pasada temporada en el Estadio del Madrid.
Fue el pasado mes de febrero cuando un radical entró en el estadio lanzando un bote de este gas obligando a interrumpir el partido y desalojar el estadio. El encuentro se reanudó 25 minutos más tarde con un graderío prácticamente vacío. El Villarreal, que desde el primer momento puso todos los medios para localizar al infractor, fue sancionado con una fuerte multa económica y apercibimiento de cierre.
Una sanción que dejó patente el cierto vacío legal y la obligación de una modificación y actualización del código disciplinario. La RFEF tenía previsto llevar a cabo todo este proceso que pasa por ser propuesto y aprobado en Comisión Delegada, Junta Directiva. De ahí se traslada a la Comisión Directiva del propio Consejo Superior de Deportes que es quien aprueba las modificaciones estatutarias de las distintas federaciones nacionales.
Una vez superado este trámite, el cambio se oficializa en la Asamblea de la RFEF. Un proceso que seguro que ahora, obligados por la situación, será mucho más rápido al contar con el total respaldo del propio Consejo Superior de Deportes y la Liga de Fútbol Profesional. Conviene recordar que es la Federación Española quien tiene las competencias disciplinarias en la competición española.