Por Borja Callejo Audicana //
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Durante estos últimos quince años, la Euroleague se ha consagrado como la segunda competición de baloncesto a nivel internacional, siempre por detrás de la toda poderosa NBA. Para conseguir y mantener ese puesto desde sus oficinas en Barcelona se ha trabajado duro, marcándose una serie de objetivos a medio y largo plazo, en base a las misiones establecidas en el momento de su constitución.
Actualmente nos encontramos ante una competición que puede caracterizarse por ser “semi-cerrada”, en base a un sistema piramidal, donde varios son los clubes (Licencia A) que tienen asegurada su participación siempre que cumplan una serie de premisas; donde se combinan los resultados deportivos, que quedan relegados a una mera conjunción de circunstancias; la capacidad de los pabellones; la demografía de la ciudad; las circunstancias económicas de la entidad, o el hecho de disponer de un aeropuerto internacional a menos de 100 km de distancia; en la que además otros clubes se clasifican anualmente gracias a Licencias B o C, en las que sí se tiene más en cuenta su resultado deportivo.
Es por ello que desde su constitución al auspicio de la ULEB en el año 2000, esta competición está creando su propia estructura en base a las características del deporte que estamos hablando y su repercusión social. Mucha gente se plantea y se ha planteado ¿Por qué no hacen lo mismo que la UEFA?, sin embargo, y con gran acierto, sus dirigentes han decidido tomar su propio camino, y por ahora no les está yendo nada mal. Pero sobre todo, este éxito, como apunta Bertomeu, es gracias a la cooperación de los propias entidades participantes en la competición, que han permitido su crecimiento de entre el 7% y 8% durante las últimas temporadas.
En esta línea se ha basado la conferencia de prensa del CEO de la Euroleague, Jordi Bertomeu, celebrada ayer en Tel Aviv. En ella ha expresado varios puntos interesantes para destacar y que van a marcar el futuro de esta competición.
En primer lugar, ha explicado la actual cooperación existente entre la Euroleague con la NBA que se ha venido dando durante los últimos siete años. Durante los cuales se han celebrado varios partidos entre equipos de Euroleague y NBA, tanto en Estados Unidos como en Europea, colaboración que no sólo se ha limitado a este extremo; sino también, a la vista de los intereses comunes de ambas ligas, a en constante contacto para mejorar su actual cooperación especialmente en materia de marketing. Sin embargo, el CEO ha remarcado que “no ve la posibilidad de celebrar en un medio plazo” partidos oficiales entre ambas competiciones.
Continuando con las novedades, Jordi Bertomeu ha adelantado que “la ronda previa de clasificación será eliminada para la próxima temporada” ya que se ha observado que de esta ronda previa no se obtiene ninguna ventaja, y además desde el punto de vista del calendario no ayuda a los clubes, que se ven forzados a prepararse cuando no lo están, ya que los jugadores vienen de jugar competiciones internacionales durante los meses de agosto y septiembre.
Por otro lado, el CEO ha hablado sobre el proyecto de la FIBA al respecto de la propuesta de calendario de la temporada 2017/2018. Ha expresado, en primer lugar, que durante los últimos años han colaborado con la Federación Internacional en potenciar el deporte a nivel europeo. De igual manera, ha expresado que “el proyecto presentado aprobado por la FIBA tiene buenas cosas y buenas ideas y probablemente estemos de acuerdo con el 95% del proyecto” ya que entiende que la no clasificación directa a las competiciones organizadas por la FIBA es una muy buena idea, como pasa en el fútbol. Sin embargo, en lo que el CEO ha mostrado su desacuerdo ha sido en los tiempos para la celebración de estas clasificaciones, desde la FIBA se pretende que sea en el tiempo que se celebran competiciones entre clubes, al igual que ocurre en el caso del fútbol, abriendo de este modo una serie de ventanas durante este periodo. Mientras que el Presidente de la Euroleague recordando el acuerdo que tienen firmado con la FIBA opta por el periodo comprendido entre la tercera semana de septiembre y la tercera de junio, recordando además que en caso contrario se pondría en riesgo la salud de los jugadores y el sistema de competición actual. En todo caso, ha mostrado su confianza en que se encuentre una solución final satisfactoria para ambas partes.
Finalmente, se le ha preguntado sobre la posibilidad de establecer, al igual que existe en la NBA, un “salary cup”. En este sentido ha recordado que “es un tema complicado” ya que en esta competición, a diferencia de la NBA, participan equipos de once o doce países diferentes, con diferentes normativas y por tanto, técnicamente es imposible. Sin embargo, la Euroleague conoce la realidad y entiende que las normas de Financial Fair Play deben ser implementadas en su competición. Así, la Euroleague aprobó hace tres temporadas una normativa de Control Financiero, que será aplicada a partir de la temporada que viene, una vez pasado el período de transacción de tres años otorgado a los clubes. Dentro de estas normas se incluye un límite porcentual de gasto en salarios respecto a lo presupuestado como ingresos. Igualmente, como se puede observar en los Bylaws de la competición, ya se ha introducido un sistema homogéneo de presentación del presupuesto y las cuentas anuales de las entidades participantes. Por tanto, la Euroleague tiene dentro de sus objetivos que “no se puede gastar más de lo que los clubes ingresan”. Por ello el Presidente ha remarcado que el límite salarial no se puede introducir por razones técnicas, aunque la esencia de ese limite porcentual es la misma.
Habrá que estar por tanto, atentos a las novedades que se den día a día en esta competición, que está experimentando un crecimiento exponencial tanto a nivel de aficionados que acuden a los pabellones como a nivel de interés televisivo, ofreciendo cada vez un mayor espectáculo, que combinado con una gran gestión en los despachos da como resultado una competición más fuerte y asentada.
