[swf object]En cualquier caso, dirigentes de la FIFA no ocultan en privado su extrañeza ante esta consulta, pues no encuentran ningún resquicio reglamentario que permita revisar el referido encuentro por tal motivo.

A la salida de un corner, Kiessling remató con la cabeza un balón que terminó dentro de la portería, pero resulta que ese balón, que le dio el gol de la victoria y el liderato provisional al Bayer Leverkusen, entró por un roto en la red lateral izquierda de la portería. Ni el árbitro ni los jugadores lo advirtieron.

Fue luego, tras las protestas de los suplentes del Hoffenheim, cuando la repetición de la jugada por televisión dio luz sobre lo verdaderamente acontecido.

En la Federación alemana recuerdan que hay algún precedente en el que se ha ordenado la repetición de un encuentro por un error técnico arbitral.

El precedente Uzbekistán-Bahréin

Ciertamente, en una resolución sorprendente, el Bureau de la Comisión Organizadora de la Copa Mundial de la FIFA 2006, acordó el 6 de septiembre de 2005 invalidar el partido jugado el día 3 entre las selecciones nacionales de Uzbekistán y Bahrein, clasificatorio para el mundial de fútbol 2006, y ordenar su repetición.

Con el marcador 1-0 a favor de Uzbekistán, en el minuto 39 del partido el árbitro decidió conceder un penalti a dicho equipo. El penalti se ejecutó y se anotó un segundo gol a favor de Uzbekistán. Sin embargo, antes de tirarse el penalti, un jugador del equipo uzbeko había entrado en el área, que, como saben, está prohibido; como consecuencia de ello, al árbitro no se le ocurrió otra cosa que anular el penalti y conceder un tiro libre indirecto al equipo de Bahréin, contraviniendo las Reglas de Juego, que prevén, para tales supuestos, que se repita el penalti.

En base a este error técnico en la aplicación de las reglas, la FIFA ordenó la repetición del encuentro.

En el caso del el gol fantasma de Steffan Kiessling, no estamos ante un error arbitral en la aplicación de las reglas (sobre unos hechos correctamente apreciados por el colegiado), sino ante unos hechos apreciados incorrectamente. Sencillamente, no observó que el balón penetró por la red lateral. Lo mismo que ha ocurrido en el pasado con numerosos goles marcados con la mano y dados por
válidos, o los balones que la TV acreditó que habían entrado en la
portería y no fueron concedidos como goles; en ninguno de estos casos ni la federación correspondiente ni la FIFA ordenaron la repetición de los encuentros.

Es más, la doctrina sentada por la FIFA en el caso Uzbekistán-Bahréin no llegó nunca a consolidarse, fue flor de un día.

Una última acotación. El hecho de que aceptemos, como necesario para el buen orden deportivo, que las decisiones estrictamente técnicas de los árbitros no puedan ser revisadas, no nos impide, como hemos realizado en múltiples ocasiones, propugnar la implantación progresiva de las nuevas tecnologías en el arbitraje, con objeto, precisamente, de reducir el número de errores que se cometen por los colegiados en el ejercicio de su noble función, nunca suficientemente reconocida.

Ahora bien, aún así, seguiremos sosteniendo que los errores arbitrales en la aplicación de las reglas son tan irrevisables como los que cometen en la apreciación de los actos que las infringen. Lo exige la naturaleza competicional de esta actividad deportiva.

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Por IUSPORT

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