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El Tribunal de Primera Instancia de Casablanca condenó a cuatro marroquíes a penas de entre 2 meses y un año de cárcel y pospuso el juicio de otros nueve, acusados de actos vandálicos cometidos durante un partido de la 12 jornada de la liga de primera división el pasado 20 de diciembre.
Según informó este miércoles la agencia marroquí MAP, el tribunal condenó anoche a una persona a un año de cárcel, una multa de 1.000 dirhams (unos 90 euros) y también fue prohibido de acceder al estadio Mohamed V de Casablanca durante un año por su implicación en el vandalismo desatado durante el derbi casablanqués entre el Wydad y el Rajae (el más importante de Marruecos).
Otras dos personas fueron condenadas a cinco meses de cárcel y una multa de 500 dirhams (45 euros) cada uno, mientras que una cuarta persona fue condenada a dos meses de cárcel en suspenso.
El tribunal pospuso para hoy y el próximo 5 de enero el caso de los otros acusados, dos de ellos en estado de libertad, para permitir a la defensa preparar sus alegatos.
Los implicados en estos actos vandálicos son acusados de «robo, ebriedad en público, posesión de armas blancas y de drogas, destrozar bienes públicos así como de herir a agentes de seguridad».
La policía de Marruecos informó el pasado 21 de diciembre sobre el arresto de 43 personas -once de ellas menores- por su implicación en estos actos vandálicos sucedidos durante el derbi, que se saldó con un empate a cero.
Al día siguiente, el Tribunal de Primera Instancia condenó a un individuo a seis meses de cárcel y ordenó ingresar a cuatro menores a un centro de internamiento por su implicación en este suceso.
En este partido, al que asistieron 71.000 espectadores, los hinchas destrozaron tres vehículos de policía, cuatro autobuses de transporte urbano e hirieron de diversa consideración a 25 agentes de policía.
La Federación Real Marroquí de Fútbol (FRMF) castigó entonces al club Wydad de jugar cuatro partidos a puerta cerrada y de una multa de 100.000 dirhams (unos 9.000 euros) por permitir la exhibición de «un mosaico provocador» y no haber impedido el lanzamiento de gases desde las gradas durante el encuentro.
El mosaico de la discordia, que según la federación estuvo en el origen de los actos violentos, consistía en la composición de varias cabezas de mono dirigidas a los hinchas rivales.