[Img #16952]Los deportistas españoles y su entorno tienen aún poca información sobre los programas antidopaje, especialmente en las disciplinas en que esa práctica no se ve como una amenaza, según concluye un informe elaborado para la UNESCO por un equipo dirigido por la doble campeona olímpica Theresa Zabell.

Este documento advierte de que el porcentaje de atletas y personal de su entorno que tiene acceso a la información sobre dopaje es aún «muy bajo, pese a los formatos disponibles en la actualidad, desde las charlas cara a cara hasta el material descargable o los cursos on-line».

«El gran éxito de los programas antidopaje», observa el informe, «se consigue en los deportes en los que el dopaje ha sido visto tradicionalmente como una amenaza». Pero en el resto «los deportistas y su personal de apoyo han mostrado poco interés y por tanto no se han implicado en los programas de prevención».

Sin embargo, precisamente «el mayor número de violaciones (de la normativa antidopaje) a nivel nacional ocurre en estos deportes en los que el dopaje no se ve como un riesgo». En esos casos, «la relajación ante el problema deriva en un menor nivel de alerta y una mayor ignorancia».

Según el estudio, entre los años 2011 y 2014 un 99 % de los controles antidopaje efectuados a deportistas con licencia de una federación española resultaron negativos. El porcentaje de positivos, en torno al 1 %, «es muy pequeño y comparable a los países del entorno».

En 2011 y 2012 el número de controles rondó los 5.500, pero en 2013 y 2014 se redujeron a menos de 4.000, después de que la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (AEPSAD) asumiera toda la responsabilidad de su ejecución, lo que llevó a una mayor «planificación y optimización de los recursos».

El estudio dirigido por Zabell -doble campeona olímpica de vela, exeurodiputada y exvicepresidenta del Comité Olímpico Español- responde a un requerimiento de la UNESCO, que encargó a siete países un análisis pormenorizado de sus políticas antidopaje con la intención de estudiar la actual regulación y los recursos disponibles para aplicarla en cada uno de ellos.

Los otros países invitados a participar fueron Kenia, Jamaica, Brasi, Arabia Saudí, Francia y Rumanía. Tras estudiar los siete informes, la UNESCO publicará una comparativa con recomendaciones específicas.

El objetivo del documento es evaluar en cada país «la eficiencia y la eficacia de los sistemas nacionales antidopaje y las políticas aplicadas desde una perspectiva multidisciplinar, así como proponer recomendaciones e ideas a las autoridades públicas y a la UNESCO».

Tras detallar la situación española en cada campo relacionado con el dopaje (legislación, controles, aduanas, investigación…), el informe se refiere los aspectos en los que cabe mejorar.

Entre ellos, además de la mencionada necesidad de un mejor acceso de los deportistas a la información, el informe recomienda una mayor coordinación de todas las autoridades implicadas en los controles para recopilar la información que constituye el pasaporte biológico.

Un problema en la formación de personal para la aplicación de la normativa antidopaje es su coste, pese a la reducción experimentada gracias a las herramientas en línea.

La necesidad de aclarar el método de entrega de información a la AEPSAD sobre los medicamentos que lleva un equipo que llega a España para competir o entrenar; y la falta de recursos para dedicarlos a la investigación contra el dopaje y a la publicación de sus conclusiones son otros son otros asuntos pendientes.

Es necesario «un mayor entrenamiento» de los agentes de aduanas «para la detección e identificación en la frontera de las sustancias prohibidas».

También se observa un «retraso en la definición legal del contenido autorizado» en los kits de primeros auxilios que utilizan los clubes y centros deportivos.

Entre las recomendaciones que recoge el análisis español figura la creación de un Centro de Transmisión de Conocimiento sobre dopaje, la formación de una red de investigación sobre esta materia, un estudio retrospectivo de cómo ha afectado el dopaje o el uso de medicamentos y suplementos a la salud de los deportistas aficionados y la mayor financiación de los programas de investigación.

Bajo la dirección de Theresa Zabell han trabajado en este informe para la UNESCO otras diez personas, entre ellas el director de la AEPSAD, Enrique Gómez Bastida, el exatleta Raúl Chapado, el abogado Manuel Martín Domínguez, la psicóloga Berta Folchs y el experto en aduanas José Luis Valle.

La UNESCO ha felicitado a Zabell por la calidad del informe, «el más detallado» de cuantos ha recibido, comentó la exregatista.

Por IUSPORT

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