Por Ramón Fuentes //
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Si bien la decisión emitida hoy por Apelacion de UEFA pero adoptada ya la semana pasada, tal y como anunciamos el lunes en Iusport, y donde respalda la sanción de la Comisión de Disciplina de UEFA que en octubre sancionó al Fútbol Club Barcelona con 40000 euros por el empleo de esteladas en la grada del Camp Nou, deja la guerra como estaba y a falta de la decisión definitiva del TAS.
Si bien existen precedentes donde Apelacion había ratificado al primer órgano y, aún pese a unos argumentos jurídicos presentados por el club azulgrana eran buenos, era probable y lógico que respalde la actuación de la Comisión de Disciplina. Principalmente porque el código disciplinario de UEFA es muy claro al respecto en su artículo 16 y deja poco margen de maniobra. No haberlo hecho podría haber propiciado un cisma enorme en el máximo organismo europeo del fútbol, no sólo en este caso sino de cara al futuro.
Ahora solo queda entonces la última carta del Tribunal Suizo del Deporte. Una decisión nada ración porque lo que adopte no sólo afectará a esta sanción en trámite, también afecta al futuro inmediato del Barcelona en el universo UEFA. Porque conviene recordar que la propia UEFA ha decidido congelar cualquier expediente que se le abra en la actual edición de la Champion al equipo azulgrana por este tipo de manifestaciones como el empleo de esteladas, gritos de independencia etc…Pero esto no significa que se archive, están supeditados, y ahora más que nunca después de la ratificación de hoy, a la medida que adopte el TAS. Porque si el Barcelona persiste en su actitud de convertir el Camp Nou en un plebiscito político, sigue acumulando expedientes y el tribunal suizo diera la razón a la UEFA, el club azulgrana se expone incluso hasta una expulsión de la competición como última medida en un amplio abanico que incluye partidos a puerta cerrada, pérdida de un partido, deducción de puntos en la competición hasta llegar a dicha expulsión.
Luego el club azulgrana se ha metido en una guerra donde tiene mucho que ganar, si el TAS le diera la razón y considerara estas manifestaciones como un ejercicio de libertad de expresión, pero también mucho que perder. Y no olvidemos que si además el Barcelona, una vez conocida la decisión del TAS decidiera ir al Tribunal de Estrasburgo, también aquí aparecería la FIFA contraria a que los equipos traten de dirimir en la justicia ordinaria aspectos que afectan al espectro deportivo. Así que esto no ha hecho nada más que empezar y en esta batalla seguro que habrá un perdedor. Y también , porque no, podría ser UEFA. Veremos.