Por Daniel Roberto Viola //

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Según el Reglamento General de Asociación del Fútbol Argentino (AFA), para la elección del presidente, «el Secretario que actúe en la H. Asamblea, dará a conocer el o los nombres de los postulantes y, en votación secreta, dicho cuerpo procederá a la designación del mismo» (Art. 50 inciso 5 g). 

El próximo jueves 3 en el predio de Ezeiza la Asamblea General elegirá al nuevo presidente. Cada asambleísta deberá depositar su boleta en una urna, con el nombre de la persona a la cual vota.

 

Luis Segura al cierre de su campaña dijo: «Creo que yo estoy proponiendo en algunos lugares cosas similares a las del otro candidato, las diferencias que se pueden tener son mínimas. Hablan de cambio, pero cuando estaba Julio, Tinelli era Grondonista».

 

Mientras Marcelo Tinelli cerró su periplo por los clubes del interior del país sosteniendo: «El país necesita un cambio y lo podemos hacer desde el fútbol, queremos un fútbol argentino transparente», sentenció. Y agregó: «Si logramos el cambio, vamos a ganar el partido por goleada».

 

El actual vicepresidente de San Lorenzo pidió que se lo juzgue por lo que hace «como dirigente deportivo y no por su personaje del programa de TV». «Después de 4 años de gestión en San Lorenzo, hemos demostrado que podemos hacerlo. Hay muchas ganas de cambiar». 

El contexto internacional que enmarca esta elección nos está señalando un fin de época. Los ex dirigentes de la Conmebol están bajo sospecha de corrupción y detenidos a pedido de la fiscalía de Nueva York que continúa investigando, pero se ha ratificado la Copa América del Centenario 2016 en EE.UU.

 

Un reciente cónclave en la sede de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), en Río de Janeiro, para evaluar el futuro de la Conmebol se hizo a puertas cerradas, en el edificio al cual se le quitó el nombre del ex presidente de la CBF, José María Marín, detenido en mayo pasado. Luis Bedoya y Sergio Jadue renunciaron a las presidencias de las federaciones de Colombia y Chile para atestiguar ante la justicia norteamericana, siguiendo los pasos del arrepentido Chuck Blazer. 

En Argentina, si bien todos los dirigentes le rindieron pleitesía al extinto Julio H. Grondona tal como afirma Luis Segura, no todos sus actos fueron consentidos por el resto de la dirigencia.

 

Cuando en 2003, quien gobernara la AFA durante 35 años dijo: «No creo que un judío pueda ser árbitro de primera, porque es un trabajo difícil y a los judíos no les gustan las cosas difíciles», muchos dirigentes de entonces sintieron vergüenza ajena, y eso le valió a Don Julio tener que disculparse ante la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA).

 

Nadie duda del liderazgo que Grondona ejerció hasta su muerte en la Conmebol y en la FIFA, sin embargo, poco se conoce hasta ahora de la conexión argentina del llamado Fifagate. Él supo ser la mano derecha del sospechado Blatter, y en su homenaje el suizo acudió a su velatorio en Buenos Aires. 

Mientras Rodolfo D Onofrio (River) está a favor del cambio junto a Tinelli, Daniel Angelici (Boca) afirma que los socios le piden que no vote por el vicepresidente de San Lorenzo, a pocos días de expirar su propio mandato.

 

Entre esos socios cabe citar a Rafael Di Zeo y Mauro Martín quienes hoy conviven en La Doce, pero que en julio de 2013, en medio de una disputa entre grupos de barras, dieron rienda suelta a un feroz tiroteo en las cercanías del estadio Nuevo Gasómetro, con el saldo de dos muertos y seis heridos de bala de pistola 9 mm. 

El presidente electo Mauricio Macri se expresó partidario de un cambio en la AFA. Ambos candidatos se ven ganadores en la noche del jueves. Segura, actual presidente de AFA, aclaró: «Hay absoluta libertad a votar a quien su conciencia mande y si por mí fuera hasta podría realizarse votando a mano alzada, ya que nadie debe temer represalia alguna».

 

Una mirada retrospectiva nos lleva al 10 de febrero de 1912, cuando se sancionó la llamada «Ley Sáenz Peña» (No 8.871), que estableció el sufragio universal, secreto y obligatorio. Antes de esa ley, en 1821, en la provincia de Buenos Aires se dictó una ley de sufragio universal, masculino y voluntario para «todos los hombres libres», limitando la posibilidad de ser electos a cualquier cargo a quienes fueran propietarios.

 

La Ley No 140 de 1857, impuso el voto masculino y a viva voz, pero ello derivó en fraudes electorales, dado que el votante corría el riesgo de perder el trabajo o la vida, según fuera la orden del caudillo de turno.

 

Roque Sáenz Peña (1851-1914) cumplió su promesa a dos años de asumir la presidencia de la Nación Argentina y en esa ocasión dijo: «He dicho a mi país todo mi pensamiento, mis convicciones y mis esperanzas. Quiera mi país escuchar la palabra y el consejo de su primer mandatario, quiera el pueblo votar».

 

Hoy la consigna debe ser: «Sepan los dirigentes del fútbol argentino votar». 

 

Daniel Roberto Viola-Director Iusport Latinoamérica-

Abogado-Universidad de Buenos Aires-Argentina- 

Nota del autor: Publicado en www.cronista.com 

 

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