Todo cuanto hemos expuesto acerca de los graves errores de gestión cometidos por la Directiva de Bartomeu, que es la del expresidente Sandro Rosell, y es bastante, no debe cegarnos a la hora de reflejar un hecho democrático: la mayoría de los socios que votaron en el referéndum del estadio aprobaron el proyecto, y algo “més”.
Si un resultado negativo hubiese llevado a los comentaristas a exigir la dimisión de Bartomeu, o una convocatoria electoral para junio, hay que ser coherentes y afirmar, como hacemos en Iusport, que Bartomeu ha obtenido con el referéndum el plus de legitimidad que le faltaba. Recuérdese que llegó al cargo previa dimisión del que sí fue presidente electo.
La sanción que el miércoles le aplicó la FIFA, que le impedirá fichar jugadores hasta el 30 de junio de 2015, representó un duro revés que el FC Barcelona no está dispuesto a soportar sin oponer resistencia.
Los socios, sobre todo en las urnas, han mostrado, de facto, su disconformidad con el castigo. Antes del inicio del partido frente a Betis, por la 32ª fecha de la Liga española, exhibieron una enorme pancarta con la leyenda «La Masía no se toca».
Evidentemente, este hecho no debe influir en la toma de decisiones por parte de los órganos disciplinarios, pero no cabe duda de que supone un balón de oxígeno para Bartomeu a la hora de afrontar, con la entereza que el caso requiere, los duros acontecimientos que se avecinan.