[Img #4267]El pasado día 11 de febrero ya adelantábamos en Iusport que la dimisión de Hoeness era inminente.

Veinticuatro horas después de conocer la sentencia que le condenó a tres años y medio de cárcel, el presidente del Bayern Munich anunció que dimite de sus cargos en el club bávaro.

Hoeness dejará tanto la presidencia del club como la del consejo de vigilancia del conjunto alemán, según anunció en un comunicado: «Después de discutirlo con mi familia he decidido aceptar la sentencia del Tribunal. He dado instrucciones a mis abogados para que no apelen en lo que entiendo una decisión decente y responsable. Evadir impuestos ha sido el error de mi vida y asumo las consecuencias. Además, con efecto inmediato pongo los cargos de presidente del Bayern a disposición de la Junta para evitar daños a mi club. El Bayern es el trabajo de mi vida y siempre estará ahí».

Una dimisión tardía

No se comprende bien la demora con la que se ha empleado Uli Hoeness para dimitir al frente de Bayern de Munich, uno de los más grandes clubes del mundo.

En fatalidad ha coincidido con José María del Nido, que también retrasó la dimisión, con el agravante en el caso andaluz de que esperó a la sentencia firme del Supremo. Al menos Hoeness no llegó a tanto.

Es más, ha declarado que no recurrirá la sentencia, por lo que su ingreso enm prisión es inmediato.

La pregunta que se hace el mundo del fútbol, y del deporte en general es: ¿Era necesario que Hoeness -y antes Del Nido- dañara la imagen del club al permitir que la condena le llegue siendo aun presidente del mismo? ¿No es obvio que debió dimitir mucho antes?

Por IUSPORT

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