Por Ramón Fuentes //
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Al final va a resultar que el sindicato de futbolistas y especialmente su presidente Luis Rubiales no es tan ogro como parece. Porque gracias a su gestión, a este movimiento estratégico realizado en la mañana del día de ayer, se ha podido acabar con la problemática acerca del calendario.
Problemática que, dejando de lado el enfrentamiento CSD-RFEF, el gran perjudicado en toda esta situación no es otra que la selección española. Haber acabado la liga el día 22 dejaba prácticamente sin opción alguna al descanso a todos aquellos internacionales que decida convocar Vicente del Bosque. Teniendo en cuenta además que alguno, si disputara la final de la Liga de Campeones, todavía estaría inmerso en la competición y a la espera de la disputa de este último partido de la temporada previsto para el 28 de mayo.
Luego nos habríamos encontrado con una situación altamente preocupante. España, la vigente campeona de la Eurocopa en las dos últimas ediciones del 2008 y 2012, iba a llegar con un equipo muy cansado o, en caso de darles días libres, sin apenas tiempo de preparación.
Pero esto ya es sólo una situación hipotética en la que no debemos pensar gracias a la maniobra estratégica del Sindicato de futbolistas. El mismo que decidió convocar una huelga a final de la temporada pasada y que le cayeron palos por todos los lados. Huelga por cierto que todavía está pendiente de la resolución de la Audiencia Nacional que sólo adoptó en su momento la suspensión cautelar de la medida permitiendo la disputa de las dos últimas jornadas.
Pues resulta que el sindicato de los jugadores y su predisposición a jugar el 30 y 31 de diciembre ha puesto fin a un problema que se estaba enquistando. Habrá gente que podrá pensar: ¡Ya era hora que trabajaran en Navidad!. ¡Para eso cobran mucho!. ¡En Inglaterra nunca paran en las fechas navideñas¡.
Conviene saber que hay varios argumentos y defendidos desde todas las partes afectadas, que hacen pensar que en este país no hay hambre de fútbol en estas fechas tan señaladas. Empezando por los operadores de televisión que hasta ahora no se habían mostrado muy partidarios dado que consideran que las audiencias no son muy altas. Esos días la gente está en familia, desplazada a distintos lugares de España y piensa en todo menos fútbol.
Pero además conviene saber también que curiosamente Inglaterra, por el hecho de no parar en Navidad, lleva muchos años que apenas tiene un papel relevante como selección en los campeonatos europeos y mundiales. Y lo mismo sucede con sus clubes en Europa. ¿No será porque también notan el cansancio de no tener descanso en ningún momento?
Y tercero, y no menos importante, es conveniente saber que el sindicato de futbolistas ingleses percibe una cantidad muy elevada por el hecho de disputar partidos en estas fechas tan señaladas.
Pero volviendo a la situación española está claro que esta medida, como expone la propia AFE en su nota oficial, es excepcional y buscando el beneficio del fútbol español. Además, y esto es un factor muy importante, apenas trastoca el período de vacaciones previsto en el convenio AFE-LFP firmado en el verano del 2014. Entonces se fijo desde el 23 de diciembre al 2 de enero como período sin competiciones oficiales; si bien ya se contemplaba que ese día 2 de enero, y dada la excepcionalidad de esta temporada por la Eurocopa, la propia patronal y el sindicato podían establecer la disputa de tres partidos de Primera división donde existiera una proximidad geográfica.
Esta temporada la última jornada del año estaba previsto que finalizara el 20 de diciembre. Si tenemos en cuenta que no volverían a jugar hasta el día 30, estaríamos hablando de diez días sin competición oficial, incluso uno más de lo previamente establecido en el convenio. Además, y como también exige la AFE en un comunicado, todos los clubes deben respetar un período de vacaciones desde la finalización de esa jornada 16 del 19-20 de diciembre hasta el 26 del mismo mes a las seis de la tarde.
El comunicado de la propia AFE acaba reiterando este carácter excepcional y extraordinario. Y lo hace consciente de que este próximo verano del 2016 finaliza el actual convenio obligando a patronal y sindicato a tener que sentarse a negociar uno nuevo. Y aquí el sindicato se va a mostrar inflexible y volverá a luchar por un período vacacional el Navidad que se ajuste a los términos de todas las temporadas y no contempla que vuelva a solicitarse un esfuerzo de este tipo.
Pero esto último ya habrá tiempo para tratarlo en profundidad. Lo cierto es que el gesto impecable de la AFE ha desatasco un gran problema. Ahora queda latente otro pero que nada tiene que ver con la LFP, RFEF y AFE. Este es directamente entre RFEF y el CSD. Más concretamente entre Angel María Villar y el Secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal.
