Por Ramón Fuentes //

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El pasado viernes 1 de mayo ya titulamos en IUSPORT “El Decreto de la Discordia”. En dicho artículo, al margen del espíritu necesario de la venta centralizada de los derechos de televisión, ya anunciábamos aquellos puntos de conflicto directo de este texto legal respecto a la Federación Española y el Sindicato de Futbolistas. Es más, acabamos dicho artículo anunciando lo que finalmente se produjo en la tarde de ayer,  la huelga convocada por la AFE y secundada por la RFEF en todo el fútbol español.

 

Un parón además indefinido que deja en el aire la competición en el fútbol profesional y amateur en nuestro país. Desde la Primera, Segunda, la mismísima Copa del Rey, hasta las competiciones que tienen lugar todos los fines de semana en el futbol de las territoriales.

 

No será este el lugar para volver a exponer los argumentos que esgrimen las partes afectadas. Lo que es si es cierto es que esto se veía venir considerando el grado de enfrentamiento existente entre Miguel Cardenal, Secretario de Estado para el Deporte, y Javier Tebas, Presidente de la LFP, con Ángel María Villar, presidente de la RFEF.

 

Y lo peor es que tiene muy difícil solución, leyendo además detenidamente los comunicados de las partes afectadas. Especialmente los emitidos por la Federación y la Liga. En el primero de ellos, la entidad federativa considera que el órgano rector del futbol español ha sido “ignorado, despreciado y ninguneado por el Gobierno de España”, para continuar definiendo la actitud del Gobierno hacia el estamento federativo como “irrespetuosa”.

 

Un texto donde se queja del trato discriminatorio que entienden lleva recibiendo la Federación Española de Fútbol en los últimos tiempos desde el Consejo Superior de Deportes: auditorias abiertas respecto al dinero de las quinielas, inspecciones de Hacienda y Seguridad Social en el fútbol aficionado, o sus continuadas “injerencias” que obran ya en conocimiento de la FIFA.

 

Pero si el comunicado de la RFEF es duro y contundente no lo es menos el publicado a última hora de ayer por la LFP. En el mismo anuncia haber interpuesto las acciones legales pertinentes, afirma que la decisión adoptada por la RFEF es nula de pleno derecho dado que es la Liga quien tiene las competencias para organizar la competición profesional; anuncia que espera se “depuren responsabilidades disciplinarias” con los miembros de la Comisión Delegada y todos aquellos que hayan participado en esta decisión, y se reserva “emprender futuras acciones por los gravísimos daños y perjuicios que podrían producirse” si esta huelga saliera adelante.

 

Quizá el menos contundente es el publicado por el propio Consejo Superior de Deportes. Aunque conviene resaltar que, una vez que esgrime sus motivos del reparto en dicho Decreto-Ley, acaba lanzando todo un órdago a la Federación. Así, en su punto ocho argumenta que el resto de motivos aducidos por la RFEF para convocar la huelga “son una suma de excusas para justificar un enfrentamiento directo que tienen como única base el interés de la RFEF de no devolver dinero público no justificado y no someterse a las auditorias que obliga la ley”.

 

Ahora sólo falta conocer los argumentos de la cuarta parte de esta guerra, el sindicato de futbolistas, que expondrán públicamente en la tarde de hoy en una rueda de prensa.

 

Lo cierto es que aunque el Gobierno parece mantenerse firme en torno al Decreto-Ley, según se deduce del escrito emitido por el CSD, o atiende de alguna manera a las peticiones de la Federación y la AFE y se sienta a escucharles, o podemos encontrarnos con una situación crítica para el fútbol español. Un parón histórico sin precedentes.

 

Y no piden una reunión con Miguel Cardenal. Desde la Federación y el sindicato exigen verse con el Ministro de Educación Cultura y Deporte, José Ignacio Wert. Todavía están a tiempo de poder cambiarse aquellas cosas en las que existen discrepancias. Nos esperan 10 días claves para el futuro del fútbol español. Y todo, encima, en período electoral.

 

Conviene acabar diciendo que si finalmente se soluciona, en el cajón espera otro nuevo problema y conflicto entre el CSD-LFP con la Federación Española y la AFE. Se trata de los fondos de inversión. Y ojo porque aquí esta la FIFA por medio y un incumplimiento podría incluso suponer la expulsión de los clubes españoles de las competiciones de UEFA, como la Champions o la Liga Europa.

 

Pero eso será una vez sepamos como finaliza esta “tormenta” creada en el fútbol español.

 

ESPECIAL DECRETO-LEY AUDIOVISUAL

Por IUSPORT

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