Por Ramón Fuentes //

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El acuerdo adoptado ayer podría considerarse como histórico. Eso explica quizá la enorme satisfacción que transmitían muchos de los presentes en la Junta directiva de la Federación celebrada en la Ciudad del Fútbol. Alguno incluso llegó a calificarla como algo «desconocido», sin precedentes.

 

Lo cierto y verdad es que por fin se acabaron, veremos si para siempre, las hostilidades entre las dos grandes patas del fútbol español, Liga de Fútbol Profesional y Federación Española de Fútbol. Las dos se necesitan en esta aventura, y por eso no ha quedado más remedio que unirse y acabar con las rencillas que mantenían últimamente y que no conducían absolutamente a nada.

 

Este acuerdo o paz transitoria lógicamente queda ahora supeditado a la aprobación por parte del Gobierno, en estas dos próximas semanas, del Real Decreto-Ley que regule la venta centralizada de los derechos del fútbol a partir de la temporada 2016-2017. Este es el compromiso que tienen por parte de las instituciones gubernamentales y así se lo transmitió ayer la propia LFP a la RFEF. Pero para eso era necesaria esta ansiada unidad.

 

Partiendo de la hipótesis de que así fuera, este nuevo mapa audiovisual asegura la viabilidad y la competitividad futura de la liga española y de sus 42 clubes. En la patronal manejan, como venimos contando en IUSPORT, que este nuevo reparto aportará cerca de 1100 millones de euros a los clubes. Un dinero que asegura la supervivencia de muchos de ellos, además de permitir que nuestra competición no pierda fuerza, calidad y prestigio de cara a otras competiciones como la Premier League o la propia Bundesliga.

 

Y en ese reparto futuro del dinero también procedente de esta venta centralizada estará incluida la Federación Española de Fútbol. Lo normal es que consiga el 5% que solicita. Además, lo que también ha conseguido la RFEF es el compromiso por parte de la LFP de apoyarle en favor de fútbol modesto y aficionado; algo que no es nada baladí. De hecho la intención de ambas partes, una vez sea aprobado el añorado Real Decreto-Ley, es solicitar una reunión con el Ministro de Educación Cultura y Deporte, José Ignacio Wert.

 

Una cita donde pretenden trasladarle la enorme problemática que sufre el fútbol, empezando por la presión que están sufriendo por parte de Hacienda los jugadores profesionales de fútbol, y de la que hablamos ya aquí en IUSPORT la semana pasada. Porque la AFE también tiene algo que decir en toda esta aventura.

 

Y de ahí para abajo. El fútbol quiere trasladarle al Gobierno, que no al CSD, su descontento por la presión fiscal que quiere imponer a los jugadores, entrenadores y árbitros del fútbol modesto. La carga impositiva que exige actualmente y que amenaza con cargarse las estructuras del fútbol no profesionalizado español. En ese encuentro también es intención de la RFEF de trasladarle al ministro su descontento por lo que considera una total y absoluta injerencia por parte del Consejo Superior de Deportes.

 

Una huelga general como última medida de fuerza

 

La aprobación del Real Decreto-Ley y la posterior reunión con el Gobierno es la hoja de ruta que quedó definida en la junta federativa de ayer. Esto siempre situándonos en el mejor de los casos. Pero también se barajó la otra opción que pasaría porque el Gobierno no cumpliera con su compromiso y no aprobara esta normativa esencial para nuestro fútbol, además de tampoco querer escuchar las peticiones sobre el fútbol más modesto. 

 

En ese caso también ayer se logró el compromiso de una huelga general por parte de todo el fútbol español. Tanto del profesionalizado de Primera y Segunda división como del fútbol más modesto, donde ya se están produciendo parones en las distintas federaciones territoriales. Sería la última medida, pero todos se han comprometido a ejecutarla

 

Además paraliza cualquier guerra futura en las elecciones a la presidencia de la Federación

 

Y no escapa a ojos de nadie que este acuerdo histórico asegura también una situación pacífica de cara a las elecciones que tienen que celebrarse próximamente en la Federación Española de Fútbol. La LFP ha encontrado ahora en la RFEF el respaldo y apoyo sin el cual no podía salir adelante este Real Decreto-Ley; lo que implica que no tendría sentido que desde la patronal, como se ha dejado caer, buscaran una candidato alternativo a Ángel María Villar. Algo de lo que deberán ser conscientes los propios clubes presentes en ambos organismos, grandes beneficiados de este acuerdo.

 

Ahora queda todo en manos del Gobierno que debe por fin dar luz verde al acuerdo más importante que se recuerde en la historia reciente del fútbol español.

Por IUSPORT

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