Tino Fernández dice ahora que no se querellará contra Lendoiro

El aspirante a la presidencia del Deportivo de la Coruña, Tino Fernández, se desdice de su  
declaración anterior y afirma ahora que «no vamos a presentar una querella de forma inmediata porque seguimos componiendo el caso y este presenta cada día una cara nueva. Es cierto que actuaremos con responsabilidad y rigor, exigiendo el cumplimiento de la ley pero pensando siempre en el futuro de Deportivo», indicó el precandidato.

El aspirante, que se siente virtual presidente, practica un doble juego. Al tiempo que amaga con acciones judiciales, a las que no renuncia, insiste en que Augusto César Lendoiro debe dimitir ya porque considera que está «absolutamente deslegitimado» de cara a la próxima junta de acreedores y no debería presidirla.

El objetivo de Fernández es que Lendoiro no presida la Junta de Acreedores del día 10 de enero. «Pienso que es una locura presidir una junta de acreedores sin cuentas y sin presupuesto. Con un plan de viabilidad que, en este momento, considero que está deslegitimado», indicó al tiempo que aseguró que [Lendoiro] no debería firmar un convenio «pues ha dicho que se va en unos días».

Además, Tino Fernández reclamó a Lendoiro que abra vías de comunicación determinando interlocutores válidos a nivel legal, económico y deportivo para hacer efectivo su ofrecimiento de colaboración con las candidaturas que le tomarán el relevo en el Consejo de Administración.

Y recordó las irregularidades recientes. En la rueda de prensa ofrecida este viernes hizo mención a las 3.000 acciones nulas que miembros de su quipo detectaron en las delegaciones presentadas por los miembros del actual Consejo de Administración del Club. «No pudimos ver el listado de todas las acciones que delegaron al señor Lendoiro. No pudimos ver ni cuántas había en cada papel ni si ese número de acciones sumaba las que el señor Lendoiro presentó en su carpeta», destacó.

«Hay delegaciones que no tenían el nombre de la persona en la que se delegaba, delegaciones sin firmar, delegaciones en las que el nombre del firmante y del accionista al que se dirigía el club en la carta no coinciden, delegaciones de dudosa capacidad jurídica de la persona que firma y delegaciones que según el notario deberían ser nulas por la presencia en la sala del accionista que delega», añadió.

Y concluyó con unas declaraciones grandilocuentes. En cuanto a su proyecto de cara a las elecciones de enero, Tino Fernández aseguró que su intención es representar a todo el deportivismo. «Es un proyecto de unión del deportivismo. Queremos ser los representantes de todo el deportivismo. A ver si podemos contribuir a salvar la situación y que el 10 de enero no se convierta en otro 31 de julio», apostilló.

La trastienda

Como dice Antonio Sanz en El Confidencial, «el eje de toda esta historia no es otro que la aprobación de un convenio de acreedores que Lendoiro pretende tejer como traje a medida para evitar la liquidación de la sociedad con una quita inferior al 33% para eludir la llamada pieza de calificación del concurso; lo que es lo mismo, evitar así que sea declarado culpable eludiendo futuras responsabilidades. La lectura de la derrota sufrida el día 20 de diciembre en la Junta de Accionistas es el plebiscito inesperado. Era seguir o marcharse. La cruel caída le otorgó el aviso necesario para entender que el deportivismo pretende un cambio. El mismo dirigente que también hará todo lo posible para evitar que su enemigo íntimo -hasta hace bien poco manejaba sus acciones- ocupe el sillón vacante desde el 22 de enero».