[Img #4874]En declaraciones a la cadena de televisión ABC, Shelly Sterling, la exesposa de Sterling, del que está separada pero todavía no divorciada, ha asegurado que es una gran aficionada a los Clippers que «han estado durante décadas en nuestra familia y que queremos mucho a los jugadores y a sus aficionados».

 

Tras puntualizar que la sanción impuesta contra «Donald, a raíz de sus declaraciones racistas, no tiene nada que ver conmigo», aseguró que «voy luchar con todas mis fuerzas por el 50 por 100 de propiedad del club».

 

El abogado de Shelly Sterling, Pierce O’Donnell, ha advertido que la NBA no lo tendrá fácil. «Vivimos en un país de leyes y por mucho que la Liga interesadamente quiera imponer su constitución las leyes de la nación y del estado de California protegen a la señora Sterling», afirmó.

 

Por su parte, la CNN ofreció ayer la entrevista que concedió en exclusiva Donald Sterling en la que pide perdón y una segunda oportunidad.

 

«Fue un horrible error y quiero pedir perdón. Yo no soy un racista y creo que merezco una segunda oportunidad. No voy a volver a decir esas cosas», asegura Sterling.

 

Sin embargo, vuelve a meter la pata. Sterling culpa descaradamente a su novia, V. Stiviano, del incidente racista cuando se pregunta a sí mismo: “¿cómo esa mujer me dejo decir las cosas que dije?”

 

«Nos llevamos 51 años de diferencia y creo que caí en sus redes y me tendió una trampa», declara el empresario de la industria inmobiliaria angelina que es propietario de los Clippers desde hace tres décadas.

 

Todo esto sucede cuando está cantada la venta inminente y forzada de Los Angeles Clippers. Sterling sabe que ya no cuenta con el apoyo de la NBA y que si el Consejo de Gobierno de propietarios decide que debe vender el equipo, ningún miembro de la familia podrá mantener la propiedad del club.

 

Bien es verdad que Donald Sterling pidió disculpas y solicitó una nueva oportunidad en una entrevista con la cadena de televisión CNN, pero los propietarios de la NBA ya lo tienen decidido.

 

Ya lo avanzó Mike Bass, portavoz de la Liga, quien aseguró que «según la constitución de la NBA si el control de uno de los socios es revocado por el voto de tres cuartas partes de los otros propietarios entonces automáticamente los intereses de los otros copropietarios (de un equipo) también terminan».

 

El mismo recordó que los propietarios han aceptado estas reglas y que es indiferente la forma en la que se tenga dividida la propiedad sobre el club. La expulsión se extiende a todas las personas relacionadas con la propiedad de la franquicia

Por IUSPORT

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