Por Ramón Fuentes //
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Parece difícil por no decir imposible que finalmente haya fútbol el próximo fin de semana tanto en Primera como en Segunda división. A poco 72 horas de que debiera arrancar la penúltima jornada del campeonato liguero en la máxima categoría del fútbol español, la huelga no sólo es algo real, tangible; además parece inamovible salvo que mañana la Audiencia Nacional atienda la petición cursada por la LFP el pasado viernes y suspenda cautelarmente el parón propuesto por el Sindicato de futbolistas. O lo remedia la justicia, o esta huelga es irremediable.
Y lo es porque las posturas, lejos de acercarse, se alejan cada vez más. Ambas partes, AFE y LFP, se mantienen firmes y contundentes en sus argumentos. En el caso de los clubes, éstos quedaron refrendados en la Asamblea de ayer. La decisión es clara y contundente: no se mueve no un punto ni una sola coma del Real Decreto aprobado el pasado 30 de abril por el Gobierno.
Si el sindicato considera que debe percibir más dinero, debe haber un fondo de pensiones para los futbolistas etc..Todo eso se debe negociar y tratar en la mesa del convenio entre ambas instituciones. Convenio que fue renovado el pasado verano y que tiene una vigencia de dos años. Su argumentación va incluso más allá: ¿De qué se quejan cuando están percibiendo unas cantidades procedentes de unos derechos de los cuales hasta ahora históricamente no ingresaban un solo euro?
Además van incluso más lejos al “atacar” al sindicato al que culpan de percibir de la propia LFP más de un 50% junto a otro 20% aproximadamente que proviene del partido a beneficio del sindicato que disputa la selección española una vez al año. E incluso desde la LFP consideran que esta huelga no es unánime porque hay algunos jugadores que no la respaldan. Muchos otros ni la entienden.
Todos estos argumentos que esgrimen desde la patronal, empezando porque los clubes son los dueños de sus derechos de televisión, chocan frontalmente con el posicionamiento del sindicato. Posturas de las que ya hablamos ayer aquí en IUSPORT. Desde la AFE rebaten completamente ese pensamiento esgrimido por la LFP de que muchos jugadores, como los del Numancia donde han dicho públicamente que no secundarán la huelga, que no comparten esa decisión del sindicato. La AFE dice sentirse respaldada por sus afiliados y firme en sus intenciones.
Sería posiblemente el jueves cuando la Audiencia diera a conocer su veredicto
Y luego está la Federación Española de Fútbol. Y también aquí la LFP no piensa cambiar nada de lo que a la patronal respecta y que está escrito en el Real Decreto. Si quieren negociar cualquier cuestión que lo hagan bajo el amparo del convenio de coordinación que os hemos ido exponiendo aquí en IUSPORT con total detenimiento. Un convenio renovado también el pasado verano y que establece una asignación anual de la LFP a la RFEF de más de 30 millones de euros.
Dinero que lógicamente la Federación argumenta le corresponde por muchos conceptos claves como árbitros, el formato de la Copa del Rey, permitir que haya liga los viernes y lunes etc…Es más la LFP tiene claro que respecto al reparto del 1% de la asignación a la RFEF que establece dicho Real Decreto, no es la patronal a quien le corresponde responder a esta solicitud federativa. Es algo que implica directamente al Consejo Superior de Deportes. Lo mismo el dinero que se destinaría al resto de deportes.
Así pues, teniendo en cuenta esta situación actual, parece una quimera el poder pensar que se encuentre una solución dialogada al conflicto. Todo parece estar en manos de la Audiencia Nacional. En su cita de mañana y donde sabremos si suspenden cautelarmente la huelga atendiendo así a la argumentación de la LFP de considerar la huelga como ilegal y abusiva. O por el contrario, considera que la es un derecho que ampara al sindicato de futbolistas y mantiene la convocatoria. Todo indica que hasta el jueves no sabremos oficialmente su decisión.
Existe una última opción en el recurso presentado por la LFP ante el CSD
Pero ahí no acaba la cosa porque existe una última salida que vendría condicionada por la decisión de la Audiencia. En caso de que esta ratificara la huelga, una última opción más traumática y contundente pasaría por que el CSD resolviera el mismo jueves el recurso presentado por la LFP. Recurso que se ampara en la imposibilidad de la RFEF de poder suspender la competición.
Todo indica que el Consejo Superior de Deportes resolvería a favor de la patronal y en contra de los intereses federativos, dejando una puerta abierta a que hubiera competición. Pero esta decisión podría traer consecuencias posteriores que pasarían por una apertura de expediente a Angel María Villar, presidente de la RFEF, con las consiguientes consecuencias disciplinarias. Esta sería una ultima opción que se no se debe descartar.
