Por Carles Foz Moreno //

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Los futbolistas Xavi Hernández y David Villa, hace poco tiempo, y ahora Xabi Alonso, y los jugadores de baloncesto Alex Mumbrú, Felipe Reyes y Jorge Garbajosa, tienen en común, además de su condición de deportistas de élite, que todos ellos anunciaron que ya no iban a jugar más con la selección española,  hablando abiertamente de renuncia, o bien utilizando eufemismos como que no tenían intención de participar, o ponían fin a una etapa, o expresiones similares

 

En mi opinión, cuando una persona tiene una especial relevancia social se entiende que le corresponde precisamente una especial responsabilidad respecto a lo que dice, dada la gran repercusión mediática de sus palabras, y lo que han manifestado todos ellos es simplemente incorrecto por no ajustado a derecho, como explicaré brevemente.

 

Lo cierto es que nadie puede “renunciar” a jugar en la selección española, por dos motivos. El primero de ellos, porque nadie tiene “derecho” a jugar en la selección española, y por tanto no se puede renunciar a un derecho que no se tiene. Es a la Federación correspondiente a la que corresponde convocar a un jugador, y no a éste postularse o no.

 

En segundo motivo, más importante si cabe, es que la participación en la selección nacional es una  obligación legal, establecida en la Ley del deporte, Ley 10/1990, en cuyo artículo 46 se dice textualmente: Es obligación de los deportistas federados asistir a las convocatorias de las selecciones deportivas nacionales para la participación en competiciones de carácter internacional, o para la preparación de las mismas.”

 

Es más, la propia ley, en su artículo 76, considera como infracción muy grave “ La falta de asistencia no justificada a las convocatorias de las selecciones deportivas nacionales.”  y en el artículo 79 se prevé un sistema de sanciones que incluye incluso la “Inhabilitación, suspensión o privación de licencia federativa, con carácter temporal o definitivo, en adecuada proporción a las infracciones cometidas.”

 

No cabe duda que si un deportista no quiere participar en una selección, nadie pretenderá obligarle, pues es evidente que la motivación  y las ganas de participar son esenciales para el rendimiento deportivo, y que por tanto es lógico que cuando un jugador expresa desinterés por ser incluido en una selección, el seleccionador no lo llame, pero esto no obsta para que creamos conveniente aclarar esta cuestión, porque de otro modo alguien podría confundirse y creer que los jugadores de élite pueden decidir si participan o no en una selección, lo cual no es el caso, pues es obligatorio participar y  la negativa a participar es claramente sancionable.

 

Por otra parte, quizá cabría preguntarse por qué se critica de forma tan dura la renuncia por motivos, digamos, políticos, como fue el caso del futbolista Oleguer Presas, y nada se dice de otros jugadores que quizá renuncian simple y llanamente por motivos económicos, o quizá porque su club, o su nuevo club, se lo exigen…. Pero esto ya sería otro debate, no estrictamente jurídico.

 

Carles Foz Moreno, Redactor Jefe de Iusport Islas Baleares

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