Por José Miguel Fraguela //
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Nuestro artículo del pasado día 8, titulado “Una huelga sobre una jornada previamente suspendida”, quizá pueda darnos las claves de este aplazamiento.
La Sala de lo Social de la Audiencia Nacional se ha encontrado con un hecho inédito en el contexto de una huelga: las jornadas para las que se convoca el paro han sido suspendidas previamente por la patronal, en este caso la “superpatronal” (la RFEF).
Este y no otro, nos parece a nosotros, es el motivo por el cual la Sala no ha resuelto sobre la medida cautelar “in voce”, como había adelantado su presidente al comienzo de la sesión del miércoles.
Recuérdense las palabras del presidente de la Sala, Ricardo Bodas, al concluir la sesión: «Mañana les facilitaremos el auto. Es un tema complicado, como comprenderán».
¿Existe realmente huelga o se trata de un imposible metafísico?
El representante de AFE vino a ratificar en la vista del miércoles lo manifestado por su presidente hace unos días: «La AFE comunica a la junta directiva de la RFEF que se va a convocar la huelga y ésta adopta la suspensión del calendario de competición».
La Sala, antes de entrar en el «fondo» de la medida cautelar, debe dilucidar si tiene objeto una huelga convocada para unas jornadas “de trabajo” que han sido suspendidas por la patronal antes de convocarse el “paro”
Ahí radica el meollo del asunto y creemos que es el motivo por el que la Sala haya aplazó la decisión 24 horas.
Este jueves despejaremos la incógnita.
Y no se olvide que de forma paralela está caminando el otro recurso interpuesto por la Liga ante el CSD (no ante el TAD porque no es materia disciplinaria ni electoral) precisamente contra el acuerdo de la RFEF, previo a la huelga, que decretó la suspensión de las competiciones.
Así pues, salvo que las partes firmen la paz y se reanuden las competiciones, entre el jueves y viernes se esperan dos pronunciamientos: el de la Audiencia acerca de la suspensión de la huelga; y el del CSD sobre la suspensión cautelar del acuerdo federativo indicado, que puede ser una auténtica bomba de consecuencias imprevisibles.
