Recuérdese el caso Bojan. El 10 de septiembre de 2008, Vicente del Bosque convocó a Bojan Krkić, de nacionalidad española pero de origen serbio. Bojan jugó 25 minutos en Albacete en un partido de clasificación para el Mundial ante Armenia.
Bojan, que entonces tenía 18 años, se decantaba así por la selección española, pero ese fue el único partido que disputó con La Roja y, en cambio, se cerró toda posibilidad de jugar con Serbia.
En cuanto a Munir, de 19 años, estos últimos días han sido bastante movidos, con lo que su llegada a la selección absoluta de España tampoco se producía en las mejores condiciones emocionales.
En declaraciones posteriores al partido España-Macedonia, en el que por fin debutó jugando algo más de 10 minutos, Munir reconoció que había tenido alguna presión por parte del Gobierno de Marruecos para desoír la convocatoria de España y jugar con Marruecos.
Y el padre del jugador confesó que si el seleccionador de Marruecos lo hubiese convocado antes, su consejo a su vástago era que se decantase por el país norteafricano. Dice que aconsejó a su hijo que acudiera a la primera llamada que recibiera, fuese de Marruecos o de España.
Pero ya las cartas están echadas. Todos deseamos que Munir no corra la misma suerte que Bojan. De no ser así, los hechos habrían dado la razón a quienes opinaron en septiembre de 2014 que la convocatoria de Munir por la Selección Española fue precipitada e interesada, con grave perjuicio para un jugador que con toda probabilidad sí habría tenido oportunidades en la Selección Absoluta de Marruecos.
Dicho esto, también hemos de dejar sentadas dos premisas en defensa de la posición española:
a) El jugador ya había jugado con la Selección Española Sub-21 y Sub-19.
b) Y Marruecos perdió un tiempo precioso para hacerle llegar una convocatoria oficial.