Por Daniel Roberto Viola //
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El mes pasado, el presidente de Asociación del Fútbol Argentino Luis Segura y la Dra. Mónica Bouvet, Gerente de Administración y Control hicieron la presentación del informe titulado “La contribución del Fútbol a la Economía Argentina”.
El trabajo fue coordinado por Ariel Coremberg junto a un grupo de profesionales de la Facultad de Ciencias Económicas de la U.B.A., con la asistencia de los investigadores Marisa Wierny y Juan Sanguinetti.
Esta inédita investigación parte de una serie de interrogantes, como el título de esta nota, relacionados con el dinero que movilizan los clubes del fútbol argentino y su comparación con las ligas europeas y brasileña.
Con relación a cuál es la incidencia del fútbol en la economía, este estudio se propuso medir la facturación de los clubes a través del llamado “Valor Bruto de Producción” (VBP), que computa no sólo el fútbol sino las demás actividades de los clubes y su impacto en otros sectores de la economía, que producen bienes o servicios.
Para la determinación del VBP se tomó un amplio espectro que incluye a los clubes, a sus proveedores directos y a otros sectores asociados al fútbol, que lo utilizan como plataforma comercial para posicionar y revalorizar una marca, generando bienes y servicios por ejemplo: producción y venta de indumentaria deportiva, dispositivos electrónicos, paquetes turísticos y traslados, consumo de alimentos y bebidas, producción y difusión de contenidos audiovisuales (redes de radio y TV, portales de wp_posts), espectáculos y eventos.
Así surge que la principal fuente de ingresos de los clubes argentinos es el dinero recibido por cuotas sociales y la venta de entradas (48%). Encabezan la nómina en ese rubro sin contar a River y Boca: Rosario Central, Estudiantes de La Plata, Newell´s Old Boys, Lanús, Independiente, San Lorenzo, Vélez y Racing Club. Los derechos de TV sólo aportan el 30% y los sponsors arriman un 22% (año 2013).
Los socios y simpatizantes son los que financian mayormente a las entidades, a diferencia de Europa, donde prevalecen los ingresos por auspiciantes (42%), o de Brasil, donde la TV es el mayor contribuyente (47%). Trazando un paralelo entre Real Madrid y Barcelona, (más de 500 millones de euros al año), con Boca y River (al tope del ranking de ingresos), éstos no llegan a los 30 millones de euros, y respecto de Brasil, alcanzan el 50% de lo presupuestado por sus pares brasileños de mayores ingresos.
En Argentina, los clubes de primera A recibieron en 2013 ingresos de la TV que representan el 18%, igual que la primera C, la B Nacional (26,6%) y la B Metropolitana (36,1%). Como otro “mito derribado” sobre las cifras “siderales” que manejan los clubes, se indica que el ingreso promedio anual de un club de primera A ($ 144 millones) equivale a la facturación promedio de dos locales de una cadena de supermercados, y que los ingresos netos por transferencias de jugadores les aportan sólo el 7%.
El VBP de los clubes de fútbol profesional (124) fue estimado en $ 4.617 millones (2013), resultando que los clubes de primera A generaron el 62% de esa cifra ($ 2.898 millones). Sumando el valor de productos y servicios de los sectores asociados al fútbol, el “Valor Bruto de Producción del Fútbol Argentino” ascendió en 2013 a $ 41.775 millones, de los cuales $ 8.860 millones (21%) fueron aportados por los clubes del fútbol amateur y profesional, y $ 32.915 millones (79%) por publicidad, programas de TV y radio, prensa, indumentaria y otros servicios.
Estas cifras demuestran que por cada peso gastado por los clubes se generan $ 3,7 adicionales que benefician a otros sectores de la economía. Esta investigación es pionera en Argentina y casi única en el mundo enfocada al fútbol.
Según advierten los autores, en nuestro país no existen estadísticas sobre la situación económica de los clubes, y quedan pendientes otros análisis sobre el retorno fiscal de la actividad, los efectos multiplicadores sobre el empleo y las relaciones entre el desempeño deportivo, el gasto y la solvencia de los clubes (“soccernomics”).
Por ahora, cabe mantener en pie el interrogante hasta tanto puedan medirse los factores negativos que rodean a los clubes, pero sin dudas, este es el camino a seguir.
Al fin y al cabo, se trata de asociaciones civiles sin fines de lucro, donde la pasión por la camiseta no tiene precio y por eso es innegociable, más allá de quien resulte ser el dueño de la pelota.
Daniel Roberto Viola, Director de Iusport Latinoamérica
Abogado-Universidad de Buenos Aires-Argentina
Estudio Viola & Appiolaza- email: estudio@viola-appiolaza.com.ar
Nota del autor: Publicado en El Cronista Comercial.
