Por Abel Hernández Blanco //

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Siempre me he preguntado a qué viene esa costumbre tan española de que cada vez que un deportista vence en alguna competición importante – o no tanto – y recibe su merecido premio, raudo y veloz suele aparecer el responsable político de turno a hacerse la foto junto a él. ¿Qué motivo les impulsa a aparecer en los medios junto al ganador?¿Para qué tiene que estar un señor o señora elegantemente vestido al lado de un deportista que acaba de batirse el cobre con su enemigo?¿Es tan necesaria su presencia?¿Cuál es su mérito para que mañana salga en todos los medios junto al héroe?

 

La respuesta que casi siempre sostienen es que es un acto para demostrarle su apoyo, para darle la enhorabuena, ¡que estamos contigo chaval!…ahora que has ganado, claro.

 

Ya sea en los actos grandiosos, como conseguir todo un Mundial, una Copa o en el concurso más humilde de un pueblo, el concejal de turno acudirá a la carrera para hacerse la foto con Paulino y Zacarías, “la gran pareja campeona del X Torneo de Tute Bar Manolo” para entregar con una enorme sonrisa el Trofeo, aunque para él “cantar las cuarenta” le suene a una canción tradicional de la Serranía. ¡Que más da, si mañana la foto sale en twitter, facebook, instagram y en el periódico que regalan en el Hogar del Pensionista¡

 

Cierto es que, a veces, la competición en cuestión la ha patrocinado la Diputación de turno, o el Ayuntamiento ha puesto unos eurillos para la organización. No lo olvidemos, unos dineros que son de todos nosotros, de ese bote común que ellos gestionan. ¿Eso les da derecho a posar en la foto?. Entonces también que salga mi vecina Loli, que siempre anda diciendo que paga muchos impuestos, o Serafín, mi compañero de curro que de su nómina le quitan un pico, o porqué no, mi abuelo que acaba de descubrir lo que es un selfie y le encanta salir en cualquier “retrataura” como dice.

 

¿Le preguntan al deportista si quiere aparecer en su gran día y para la posteridad en una foto con un señor o señora al que a lo mejor siquiera conoce?

 

El trabajo de un deportista consiste en competir y ganar es parte de su trabajo, también lo es perder –es lo que consiguen la gran mayoría – pero entonces no se hacen fotos.

 

Si por hacer su trabajo, subvencionado, organizado o pagado con el dinero de todos, los políticos de turno se hacen fotos con los deportistas, ¿porqué no se las hacen, por poner un ejemplo, con un médico de la sanidad pública cuando extirpa algún órgano?. Ahí lo tienen: “en la instantánea el doctor Ramírez recibe de manos del ilustrísimo Director General el bisturí de oro tras haber derrotado tras un tremebundo esfuerzo a un escurridizo apéndice que se resistió hasta el último instante” o por qué no se la hacen con Antonio, el funcionario que pone sellos de registro con una elegancia tremenda.

 

Lo que realmente se busca es un rédito político, no nos engañemos, y hoy en día, estos gestos resultan casi ridículos. El protagonista es el deportista y sólo él, quien hizo el esfuerzo fue sólo él, o su equipo, quien sudó fue él….y el del añadido con traje ¿Dónde está cuando pierde?

 

Lo de acudir al balcón de turno, ponerse la camiseta de un equipo que no es el suyo, botar como un poseso sin saber porqué u ofrecer el trofeo a San Onofre Bendito merecen apartado aparte. Otro día.

Por IUSPORT

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