Por Carles Foz Moreno //
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El Palma Air Europa, equipo de baloncesto que milita en la división del LEB Oro, ha manifestado públicamente su desacuerdo con la subvención recibida de la Consejería de Turismo y Deportes del Govern Balear.
Como es sabido, el derecho al ascenso de Leb Plata a Leb Oro corresponde a los dos primeros clasificados de la liga. En la temporada 2013/2014, el equipo militaba en Leb Plata, quedando tercero en la clasificación de la liga, por lo que al renunciar al ascenso el Fuenlabrada, le correspondió el derecho a inscribirse en Leb Oro, como así hizo.
La resolución de la Consejería de Turismo que fijó las subvenciones especificaba lo siguiente:
“ Aquellos equipos que para la temporada 2014-2015 suban de la categoría nacional que les corresponde por méritos deportivos, a otra categoría nacional de nivel superior mediante la compra de la plaza o por invitación, tienen que ser evaluados en función de la categoría que les corresponde por méritos deportivos”
Como es lógico, la cuantía de la subvención es mayor por la categoría Leb Oro que por Leb plata. Pues bien, la cuestión se centra en si el ascenso citado debe interpretarse o no que lo ha sido por méritos deportivos. Obviamente, el Palma Air Europa entiende que sí es su mérito deportivo estar situado en la tercera plaza de clasificación y que por tanto, no existiendo compra de la plaza, tiene derecho a la subvención del Leb Oro, pero no ha sido éste el criterio de la Consejería que ha rechazado las pretensiones del Club, manteniendo la cuantía aplicable a Leb Plata.
La decisión de la Consejería pone fin a la vía administrativa, y dado que el Tribunal Español de Arbitraje Deportivo no es competente para resolver sobre este particular el Club deberá, en su caso, acudir a los tribunales.
Cabe recordar que el Club está obteniendo unos resultados excelentes en lo deportivo, entrando incluso en playoff de ascenso a ACB. En este contexto, sin duda la directiva del Club tendrá en cuenta en su toma de decisiones la relevancia que el apoyo institucional puede tener no ya para un hipotético ascenso a la categoría profesional, que parece improbable sobre todo por la enorme inversión que supondría, sino incluso para el mantenimiento de la categoría.
Como tantas veces ocurre, especialmente en litigios con la Administración, conviene ponderar no sólo la viabilidad jurídica de las pretensiones, sino las consecuencias que puede tener ese enfrentamiento. Esperamos que el Club tome la decisión mejor para sus intereses, y que lo haga con tanto acierto como el que está teniendo en lo deportivo.
