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El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, reclamó hoy la instauración de una tregua olímpica para los actuales conflictos internacionales mientras duren los Juegos de Invierno de Sochi, Rusia.
«Hoy estoy en Sochi para ser testigo de cómo los países se unen en un espíritu de competencia amistosa y buena voluntad», dijo el sudcoreano, quien se refirió en particular a las guerras en Siria, Sudán del Sur y la República Centroafricana.
«Repito mi llamada a todas las partes a bajar sus armas durante los Juegos y a levantar su mirada a la promesa del diálogo», proclamó en la 126 Asamblea del Comité Olímpico Internacional (COI).
La intervención de Ban, secundada por Serguei Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, fue la primera de un secretario general de la ONU en una sesión de la máxima entidad del deporte mundial.
«Nuestro llamado va en primer lugar a las partes enfrentadas en el conflicto en Siria, que amenaza con desestabilizar toda la región», señaló.
Además reiteró su oposición a cualquier discriminación contra los homosexuales y llamó a «alzar la voz» contra los ataques que puedan sufrir.
«Debemos alzar nuestras voces contra los ataques a lesbianas, gays, bisexuales, transexuales o intersexuales», subrayó y recordó el artículo seis de la Carta Olímpica que subraya la oposición del COI a toda forma de segregación.
Putin también pide una tregua olímpica
El Gobierno de Putin destacó que su llamamiento está dirigido en primer lugar a las «partes del sangriento conflicto en Siria, que desestabiliza toda la región
Rusia ha hecho un llamamiento a los participantes en todos los conflictos armados, en particular en el de Siria, a declarar una tregua durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi, que se inaugurarán este viernes.
«La Federación de Rusia como organizadora de la Olimpiada de Invierno hace un llamamiento encarecido a los participantes en todos los conflictos armados, independientemente de los países o continente donde tengan lugar, a declarar una tregua olímpica», se afirma en una declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.
El Gobierno destacó que su llamamiento está dirigido en primer lugar a las «partes del sangriento conflicto en Siria, que ejerce una grave influencia desestabilizadora no sólo en la situación de ese país, sino también en toda la región».
Según Moscú, la tregua «abre la posibilidad de poner fin al derramamiento de sangre y a los sufrimientos de la población civil, así como de activar procesos políticos para superar las crisis sobre los principios contenidos en la Carta de Naciones Unidas».
