En un comunicado, la FIFA desmiente el artículo de la publicación alemana Sport
Bild sobre las supuestas consecuencias de las investigaciones abiertas por
presunta corrupción en  torno al proceso de elección de los mundiales de 2018 y
2022.

La FIFA sostiene que las circunstancias no han cambiado y que la
comisión de ética  comunicó en su momento, de manera oficial, que el único
acuerdo tomado es el de proceder a  analizar las denuncias aparecidas en
diversos medios.

En 2011, según el citado rotativo germano, el presidente
de la federación alemana de  fútbol (DFB), Theo Zwanziger, anunció que pediría
una investigación judicial sobre el  proceso de atribución a Qatar del Mundial
de fútbol 2022 a causa de las sospechas de  corrupción, y la revisión del
proceso de atribución del Mundial-2022 a Qatar.

En enero de 2013, la
revista francesa France Football informaba de que Qatar compró la organización
del Mundial de 2022 y de que está implicado, entre otros, el presidente de la
AFA, Julio Grondona. La publicación, que dedicó a la investigación 20 páginas
bajo el título de «Qatargate», aludía además a la posible influencia del
presidente del Barcelona, Sandro Rosell.

Según el medio parisino, Qatar
dedicó enormes cantidades de dinero para comprar los votos necesarios en el seno
del Comité Ejecutivo de la FIFA para lograr la organización del Mundial, que
consiguió el 2 de diciembre de 2010 con 14 votos, frente a los 8 de Estados
Unidos.

France Football repasó algunos de los elementos que considera que
son sospechosos de influir en el voto de algunos de los miembros de la FIFA,
muchos de ellos basados en la investigación encargada por la propia FIFA a la
Comisión de Ética presidida por el estadounidense Michael García. «Entre
presunciones de corrupción, compromisos, contradicciones, posibles cambios de
las condiciones y una repentina lluvia de gasodólares, muchas preguntas se
plantean sobre la transparencia del voto sorpresa de diciembre de 2010», indica
la revista.

En el centro del entramado, la publicación sitúa al ex
presidente de la Comisión Asiática de Fútbol Mohamed ben Hammam (foto), apartado
posteriormente del fútbol por sospechas de corrupción.

En cuanto a Leoz,
que la publicación califica de «omnipotente presidente» de la Confederación
Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), recibió al emir qatarí Hamad bin Khalifa al
Thani, presidente de la Federación de su país, para firmar «acuerdos
bilaterales» justo después de la atribución del Mundial de 2022.

El
Mundial-2018, también bajo sospecha y al que Inglaterra era candidata, fue
atribuido a  Rusia.

En su comunicado del pasado día 6 la FIFA
expresaba lo siguiente:

«La FIFA quiere dejar claro que en su próximo
congreso, que se celebrará el mes de mayo en Mauricio, no se llevará a cabo
votación alguna para elegir otro país organizador de la  Copa Mundial de la FIFA
2022™.

Desde la última toma de posición al respecto de la Comisión de
Ética de la FIFA, las  circunstancias no han cambiado. Tras su última sesión,
esta comisión comunicó de manera oficial en su declaración sobre este asunto que
se disponía a analizar las denuncias  aparecidas en diversos medios y que la
FIFA le hizo llegar, según las cuales se habrían producido irregularidades en el
proceso de candidatura a los mundiales de 2018 y 2022, en  especial, las
posibles pruebas que pudieran dar credibilidad a las acusaciones de conducta 
improcedente por parte de personas concretas.

Por tanto, todas aquellas
afirmaciones que aparecen actualmente en los medios carecen de fundamento
alguno».

Por IUSPORT

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