Así lo recoge, entre otros medios, el periódico La Vanguardia.
MCM, empresa especializada en ingeniería de fachadas complejas de edificios de altura, tiene firmado con el Barcelona, desde la época de Joan Laporta, un contrato para la explotación comercial de las fachadas de la nueva Masia, habiendo pactado repartir a medias los beneficios.
Con la llegada de Sandro Rosell a la presidencia, el club y la adjudicataria modificaron sus condiciones.
Sin embargo, tras dos años de vigencia del contrato, MCM considera que el FC Barcelona lo ha incumplido reiteradamente, «ocasionando graves perjuicios económicos tanto al propio club como a la empresa», ha declarado a Efe el presidente de MCM, Antonio García Valdecasas.
La clave del asunto está en que la actual directiva del Barça no desea que se vincule el nombre de la Masía a ninguna marca comercial.
La cantidad que MCM exige como compensación por incumplimiento de contrato supera, según La Vanguardia, los 100 millones de euros, «acorde a un peritaje judicial realizado por un censor jurado de cuentas, auditor y profesor de Economía de Barcelona», dijo el presidente de MCM, Antonio García Valdecasas.
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