Por Ramón Fuentes //
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Por su reincidencia en el retraso de Chelsea de comparecer en el campo tras el descanso en los encuentros de Champions. Hoy juega en Eslovenia ante el Maribor. Está considerado como «una falta grave de respeto» al contrario
La UEFA está mirando con lupa a José Mourinho, técnico del Chelsea. De sobra es conocida la exactitud y puntualidad que el máximo organismo europeo de fútbol a la hora de empezar el partido y el descanso en sus dos competiciones europeas, tanto en la Liga de Campeones como en la Liga Europa. Es la conocida como «count down» (cuenta atrás) que conocen perfectamente los dos equipos dado que el día del encuentro se produce una reunión a primera hora de la mañana entre ambos equipos y representantes de UEFA para darles los tiempos exactos de salida al campo, los protocolos que marca la televisión etc… De esta forma, y sólo ajustándose escrupulosamente al horario, UEFA cumple con los compromisos comerciales de sus patrocinadores y las televisiones que tienen los derechos de retransmisión.
De un tiempo a esta parte la UEFA ha venido observando un importante retraso de entre 5 o 6 minutos sobre el horario previsto en el comienzo de las segundas partes. En algunos casos son causas justificadas, pero en muchas otras es un motivo imputable a la figura del entrenador. Hasta el punto de haber constatado que, en muchas de esas citadas ocasiones, se trata más bien de una artimaña para perjudicar al rival, como una especie de guerra psicológica. Especialmente en los partidos que se disputan en el este de Europa y bajo unas temperaturas bajísimas. Al comparecer unos minutos más tarde después del descanso y disputándose el encuentro bajo ese tremendo frío, pretendían conseguir que los jugadores rivales se quedaran fríos durante esos minutos de retraso.
Es por eso que la UEFA ha puesto en práctica una nueva reglamentación para este tipo de situaciones consideradas como una «falta grave de respeto» al contrario. La primera vez que esto sucede y la causa es imputable al entrenador, éste será apercibido de sanción. Lo que UEFA ha llamado «bajo inspección». Si vuelve a repetirse el máximo organismo europeo sanciona al entrenador con un «partido bajo prueba». Es decir, el entrenador puede sentarse en el banquillo pero un informador de UEFA mide escrupulosamente que su equipo cumpla todos los tiempos de acceder al terreno juego. Y en caso de no ser así es cuando inmediatamente es sancionado con un partido de sanción.
Pues bien, precisamente José Mourinho es uno de los entrenadores que actualmente están «bajo inspección» por UEFA después de comprobar el retraso sistemático del Chelsea a la hora de regresar al césped tras el descanso. Van a ser tajantes con el técnico portugués. Ya lo han sido en las tres primeras jornadas de a Liga de Campeones; tanto en las dos jornadas disputadas en casa ante el Shalke 04 y el Maribor como visita a Lisboa ante el Sporting. Y lo seguirán siendo durante toda la temporada, empezando por encuentro de esta noche de nuevo ante el Maribor, pero esta vez en Eslovenia.
De acabar siendo sancionado, sería uno castigo más de amplío historial de José Mourinho en UEFA. En noviembre del 2010 fue sancionado por considerarle el instigador de la tarjetas que forzaron Sergio Ramos y Xabi Alonso en el encuentro ante el Ajax de Amsterdam para así cumplir sanción por ciclo de amonestaciones en el siguiente partido. Mourinho fue sancionado con dos partidos, uno de ellos condicionado a su comportamiento en los tres siguientes años. Pero, apenas un año después, la propia UEFA sancionó duramente al portugués con cinco partido de suspensión por sus declaraciones tras el encuentro de ida de semifinales de la Champion contra el Barcelona. Una vez más, el ahora técnico del Chelsea, vuelve a estar bajo la atenta mirada de UEFA.
