Así será planteado formalmente por el grupo de ICV-EUiA en el Ayuntamiento de Barcelona en el pleno que se celebrará el próximo viernes.
Cuando el entonces alcalde socialista Jordi Hereu propuso la candidatura de Barcelona para acoger los Juegos Olímpicos de invierno en 2022, ICV-EUiA, que formaba parte del gobierno municipal, se opuso por considerar que era incompatible con el modelo de ciudad de Barcelona y por el desafío a la lucha contra el cambio climático que supone organizar una competición de deportes de nieve en una ciudad mediterránea.
En un comunicado, Gomà ha señalado que «ahora se añaden también motivos de carácter netamente social que el alcalde no puede obviar», como que «la organización de los Juegos conlleva una inversión de 2.600 millones de euros que las distintas administraciones -Estado, Generalitat y Ayuntamiento- no se han cansado de asegurar que no tenían para financiar la sanidad, la educación o los servicios sociales públicos».
Por su parte, el grupo del PP hizo una declaración institucional para que Barcelona renuncie a presentar la candidatura a los juegos en el 2022, si bien dejó abierta la posibilidad de ofrecerse a ser la sede en años venideros.
El presidente de la coalición independentista Unitat per Barcelona, Jordi Portabella (ERC), ha calificado de «irrisorias» las argumentaciones tanto de la propuesta de ICV-EUiA como de la declaración del PP.
«Por coherencia -con la contribución de los JJOO de Barcelona’92 a la ciudad- una declaración contraria en genérico contra los Juegos Olímpicos no la votaremos», ha asegurado Portabella.