Por Alberto Palomar //

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Esta publicación que hemos realizado, con ánimo juvenil, un conjunto de
profesionales de la docencia, la abogacía, y la dirección pública deportiva es
un buen momento para formular algunas consideraciones sobre el estudio del
deporte en la sociedad del siglo XXI.  No obstante y antes de realizarlas me
gustaría indicar que se trata de un equipo pluridisciplinar y plural desde todos
los puntos de vista que tiene un objetivo común: contribuir a la formación de
los estudiosos del Derecho Deportivo.

Lo primero que me gustaría
resaltar es que el deporte y el derecho deportivo están en plena actualidad.
Los estudiantes de grados diversos, masters de todo tipo, postrados de toda
condición (on line o presenciales) se multiplican y, prácticamente, todas las
Escuelas y Universidades se ven en la obligación, en la necesidad o en la
decisión de invertir en deporte y en estudios de deporte.

La sociedad
demanda estudios sobre el deporte. Las causas de esta demanda son variadas y,
desde luego, muy complejas.  El deporte organiza eventos que tienen una
trascendencia mundial y mueven un conjunto de recursos económicos que no se dan
en otros ámbitos de la vida social. El deporte tiene una trascendencia social y
económica que, unida a su vistosidad y su relevancia social, constituyen una de
las actividades que resultan más atractivas para el joven estudiante que busca
caminos profesionales o para el profesional que tiende a especializarse en
alguna actividad económica o social más o menos estable.

La respuesta
intelectual  a tanta ansia, plasmada en multitud de master y estudios de
postgrado, es reducida y tiene un amplio recorrido en el que avanzar. Los
estudios científicos sobre una materia sectorial son los que, finalmente, hacen
progresar los análisis y los sectores. Frente a esto la reflexión sobre el
derecho del deporte ha sido corta. Apenas dos Revista especializadas (una de
ellas la de la propia Editorial que publicará en breve el número 38 de su
colección), algunas monografías sectoriales de gran valor y algunos estudios
concretos.

Finalmente, el carácter interdisciplinar del Derecho
Deportivo ha mermado su progresión y su «explosión» científica. Ninguna de las
distintas disciplinas jurídicas la ha sentido como propia y, por eso, los
estudios sectoriales no se han visto completados con Obras generales que
permitan tener visión general del Sistema deportivo y del conjunto de los
problemas que plantea.

La docencia continua, incansable y prolongada en
el tiempo en formatos académicos de todo tipo me ha servido para tener
consciencia de la necesidad de impulsar los estudios de Derecho Deportivo. Para
ello era preciso comenzar por lo convencional: la existencia de un manual con el
que afrontar la asignatura. Es decir, empezar por el principio, por donde hemos
empezado siempre, por el Manual.

A partir de lo anterior sería deseable,
como en el resto de disciplinas, que aparezcan nuevos manuales que exista
confrontación, competencia, exigencia del público y que los estudios sectoriales
nos sirvan para realimentar el tronco común de un manual con vocación
generalista.

En España, los estudios de derecho deportivo necesitan un
fuerte impulso que acompase el desarrollo científico al desarrollo de la
actividad. El deporte es una fuente continua, constante e imparable de
situaciones nuevas, de formas nuevas de actuación en el que, a veces, se tiene
la sensación de que los teóricos no evolucionan tan rápida y ágilmente como el
ámbito social sobre el que operan. Muy a menudo se tiene la sensación de que los
análisis jurídicos no responden a la realidad, no la disciplan no la explican
sino que tratan de reconducirla a esquemas – viejos esquemas- de carácter
teóricos y programáticos que han explicado el deporte desde coordenadas que,
hoy, no resultan válidas para el propósito.

El Derecho del deporte
necesita encontrar un armazón teórico que dé solución a una forma de realizar la
actividad deportiva con problemas nuevos, cambiantes y con formas de actuación
que están lejos de las que históricamente explicaban esta actividad. Esto exige
integrar disciplinas. No estamos ya ante un problema de Derecho Público-Privado
sino que el problema es más profundo y necesita nuevas aportaciones del Derecho
Internacional (público y privado), del Derecho Penal que viene a cubrir las
insuficiencias de los sistemas disciplinarios propios especialmente momentos en
los que la actividad deportiva cobra una relevancia social y económica que la
pone en el pódium de la relevancia social, del Derecho financiero o fiscal
internacional ya que el deporte es, hoy, una actividad global y así debe ser
analizada, o, más modernamente, del Derecho concursal que ha anidado en el
deporte como uno de los ámbitos sectoriales donde más agudamente se han
discutidos sus postulados esenciales y estructurales.

Estudiar derecho
deportivo es, en una palabra, estudiar derecho. Derecho general, global,
pluridisciplinar. Sin este enfoque, los análisis sectoriales en los que todos
nos refugiamos,  tienen un sentido menor. Solo desde la comprensión del Sistema
se puede y se debe analizar lo concreto. La dialéctica general-especial en el
estudios del Derecho deporte es especialmente útil si se quiere estar a la
altura de la sociedad y del ámbito sectorial que demanda los servicios, los
conocimientos o las soluciones (en general) de los problemas que le atañen.

En este contexto estudiar derecho deportivo es una pasión sin límites
porque realmente no tiene límites el estudio. Todas las disciplinas jurídicas
tienen que ver con el deporte y, por tanto, no hay más limites que la propia
capacidad o los deseos.

La ilusión que los Autores del Derecho del
Deporte han puesto en articular una visión global del Deporte y su Ordenamiento
Jurídico responde, precisamente, a una concepción compartida del sector, del
ámbito del estudio, de la necesidad y la utilidad de la reflexión teórica y,
sobre todo, del gusto y las ganas por explicar, en términos jurídicos, una
actividad social que a todos nos llena la vida.  Compaginar ocio y negocio para
un estudio es un privilegio que no siempre se da en la vida y, cuando se da,
solo queda dar las gracias y esperar que los lectores compartan el diagnóstico y
la solución.

Fuente: www.legaltoday.com


LIBRO-PALOMAR-Derecho-del-Deporte-2013.j

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