El diario As lo ha publicado y las cifras que se extraen del mismo son preocupantes. En el periodo analizado, de 1999 a 2012, se puede observar cómo en ningún año se generaron los ingresos suficientes como para cubrir los gastos de los clubes. No cabe duda del impacto que ha tenido la caída de los patrocinios públicos y privados.
Los ingresos, de 120 millones en 2007 y de 96 en 2012, no alcanzaban a cubrir siquiera los gastos de las plantillas, que ascendían a 100 millones. Los gastos corrientes pasaron de 91 millones en 1999 al récord de 191 en el 2010.
Esas deudas abocaron a varios clubes a su desaparición, mientras que otros cinco se acogieron al concurso de acreedores.
En total, hay más de 114 millones de deuda acumulada a 31 de diciembre de 2012. De ellos, 21 son con la Agencia Tributaria. Asimismo, se debe 1,1 millones a la Seguridad Social y hay 70 millones en deuda privada, de la que sólo 27 millones corresponden a deuda bancaria.
Por si lo anterior fuera poco, hay 32 millones en salarios pendientes de pago.
Intervención del CSD
El CSD tiene decidido extender el control económico al baloncesto profesional.
Se pretende evitar casos como el del Valladolid y reducir la masa salarial para no gastar más de lo ingresado. A diferencia de otras temporadas, quien no cumpla las reglas, descenderá.
La ACB, como la LFP, gestionará este control en el que, a diferencia del fútbol, también incluirá las cuentas de Real Madrid y Barcelona.
El CSD ya ha solicitado todas las cuentas de los integrantes de la Liga Endesa.
Conviene recordar que el baloncesto tiene muchos menos ingresos que el fútbol, en general y donde recortar, pero, aun así, desde la temporada pasada ya se aprobaron medidas para reducir las deudas.
Una de ellas fue que a 30 de mayo ningún club podría tener pagos pendientes con su plantilla de más del 15% de la masa salarial. Fue un avance.
Euroliga
La Euroliga ha pasado de pagar 5 millones de euros a los equipos punteros a 2,8. Las audiencias se han desplomado a valores jamás conocidos (de 1.150.000 espectadores de media en la 96-97 a los 290.000 de ahora). Y, además, y como consecuencia de ese menor interés, han menguado drásticamente los contratos televisivos a repartir (de los 19,2 millones de euros ingresados por la ACB en la 2002-03 a los 2,5 de esta campaña). De ahí tantas urgencias.
Nombres y apellidos
Por delante, la incorrecta gestión los presidentes de los diversos clubes que en el último decenio, pero también, por culpa in vigilando, los presidentes que ha tenido la ACB en el mismo periodo.
El presidente de la ACB es Eduardo Portela desde 1998, si bien desde un tiempo ejerce sólo como presidente de honor.
Hay otros también corresponsables, como Albert «Beto» Agustí, Director General de la ACB, y Alberto García Chapuli, Director de Arbitraje.
La Euroliga y el efecto dominó
Por otro lado, a la ACB parece que le han crecido los enanos. Parte de la ACB se queja de que la Euroliga fuerza a la Liga Endesa a un calendario que si ya de por sí complica bastante las cosas, el director ejecutivo de la Euroliga, Jordi Bertomeu, anuncia que los partidos de la competición europea deben disputarse en fin de semana, lo que supondría un golpe de gracia para la ACB.
Y, claro, tampoco es oro todo lo que reluce. La victoria en la Euroliga se paga a la exigua cifra de 7.000 euros, lo que provoca que en casi todos los casos sea una competición deficitaria para los clubes.
Y los derechos televisivos se deprecian año a año.
En definitiva, la salud de la Euroliga es también altamente preocupante, en sí misma y por el efecto dominó que tiene en la supervivencia de los clubes a nivel de ACB.
Comunicado discrepante de la ACB
La ACB ha salido al paso del informe filtrado por el diario AS con un comunicado en el que expone que “la información no es correcta y refleja una imagen errónea e irreal de la situación económica de los clubes”.
Continúa señalando que el informe “parte de unas premisas de análisis de los datos que requieren una explicación más detallada para no incurrir en una idea adulterada y equivocada (…) un hecho que ya fue adelantado y comunicado al CSD por los responsables de la ACB ( Esther Queraltó y Gerard Freixa) el pasado 6 de noviembre”.
La ACB alega que es “completamente falso” que las pérdidas alcancen los “68 millones de euros (…) porque no se contemplan aportaciones que, de forma anual y periódica, se materializan en favor de varios clubes”. Apunta que “las deudas no deben ser entendidas como incumplimientos y las que hay con Hacienda y la Seguridad Social se están atendiendo con rigurosa escrupulosidad”.
No parece, sin embargo, que haya unanimidad al respecto en el seno de la ACB. Varios presidentes consultados por el diario AS respaldan el informe del CSD, como Josean Querejeta (Baskonia), Juan Vela (Valladolid), y Eduardo García (Unicaja).
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