Tras la reunión que mantuvieron este jueves el Consejo Superior de Deportes (CSD) y la Federación Española de Balonmano, la norma internacional que obliga desde 2009 a las jugadoras de balonmano playa femenino a competir en bikini quedó en suspenso en el ámbito de las competiciones nacionales.
A partir de ahora, pues, las jugadoras quedan liberadas del riesgo de ser amonestadas, como ha ocurrido hasta ahora, o incluso sancionadas, como se había avisado que ocurriría a partir de la temporada próxima.
Se espera que los clubes vascos que habían amenazado con retirarse de la liga, la denominada Arena Tour, por esa normativa «sexista», desistan y continuen en competición.
La Federación ha reconocido que el asunto ha llegado hasta la Comisión Europea y que les estaba sobrepasando.
No obstante, las jugadoras española tendrán que seguir dejando «el estómago al aire», como indica la disparatada norma, en sus partidos internacionales.
