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EFE.- El Athletic Club ha decidido que los entrenamientos del jueves y el viernes, que iban a ser abiertos al público, sean finalmente a puerta cerrada después de un incidente protagonizado en la sesión de este miércoles por unos aficionados que increparon a Kike Sola.
«Han sido cuatro individuos que han venido a molestar y ahí se ha quedado la cosa, nada más», aclaró posteriormente en sala de prensa Markel Susaeta, sobre una desagradable situación que ha provocado los nervios del jugador, aunque finalmente se ha resuelto sin mayores incidencias.
En consecuencia, a los dos próximos entrenamientos, programados a las 10.30 horas, únicamente podrán acceder los medios de comunicación durante los primeros quince minutos. El del sábado, previsto a la misma hora, se mantiene en principio a puerta abierta.