La defensa malaguista estará basada, entre otros argumentos, en que la
interpretación de la UEFA fue errónea sobre las leyes fiscales.
Muchas
miradas están puestas en el juicio abierto con el Málaga, y no sólo de España.
Betis, Rayo y Sevilla están muy pendientes de lo que pueda dictaminar el
TAS.
Po su parte, la UEFA cree que el caso malaguista es el paradigma de
la gestión contraria al Fair Play Financiero.
La sanción
La
Cámara de Adjudicación del Comité de Control Financiero de Clubes de la UEFA
(CFCB), en su reunión del 21 de diciembre de 2012, acordó excluir al Málaga de
jugar cualquier competición europea para la que se clasifique por un año. La
sanción se aplicaría durante las próximas cuatro temporadas y se le advertía de
que será suspendido por un segundo año
si antes del 31 de marzo no
demostraba que había pagado las cantidades que debe a otros clubes, a los
empleados, o a cualquier autoridad social o tributaria, de acuerdo con lo
estipulado por el Reglamento del Juego Limpio Financiero de Clubes de la
UEFA.
Además, el Málaga fue sancionado a pagar una multa de 300.000 euros
aunque por contra se le desbloqueaba el cobro de los premios que lleva
acumulados por su estupenda actuación en la Champions League (hasta la fecha
18,7 millones de euros).
Sin embargo, a mediados de mayo pasado, el club
recibió la comunicación oficial de la UEFA en el sentido de que “tras el
análisis de la situación de la entidad a 31 de Marzo de 2013, deja sin efecto el
segundo año de sanción”.