[Img #6071]Un total de ocho árbitros y jueces de línea, detenidos en Georgia por la policía estatal por aceptar sobornos a cambio de mostrar tanto tarjetas amarillas como rojas durante los partidos de la Primera División del campeonato georgiano.

 

El ‘modus operandi’ consistía en, tras la entrega de una lista previa, los colegiados amonestaban o expulsaban a los futbolistas que venían en ésta indicados. Los árbitros detenidos son Otar Kh., Irakli U., Mamuka U., Teimuraz Kh., Aleksandre G. y Zviad A., y los jueces de línea Onise M., y Tornike G., este último asistente FIFA y quien para más inri, entró en comisaría con un chándal de la UEFA.

 

El Código Penal de Georgia marca penas de entre cuatro y seis años de prisión por estas prácticas. Todo ello se llevaba a cabo en el marco de una red mafiosa, que se dedicaba, entre otras cosas, a corromper las apuestas. El beneficio de este sistema radicaba tanto en acertar el número de tarjetas mostradas en un encuentro, como en el resultado final condicionado por estas amonestaciones o expulsiones.

 

La UEFA sigue muy de cerca desde hace años los casos de corrupción que se dan en los países del este, como en este caso. Hace dos temporadas fueron detenidos los jugadores del Spartak, Goguia y Kirtadze. Los futbolistas del Spartak recibieron un soborno de 9.000 euros por perder con el Sioni.

 

Antes de que se diera este caso, la UEFA ya tenía puesto en su punto de mira a Georgia, concretamente un partido que enfrentó al Dínamos Tbilisi de Georgia, ante el Panionios griego. El resultado fue al descanso de 0-1, y al final del partido de 5-2. Curiosamente, los resultados donde se apostaron las cantidades más fuertes. Se pagaba 33 a 1. Fue la primera gran sospecha sobre el fútbol georgiano y que ahora parece que se confirman con este incidente.

Por IUSPORT

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