Por Javier Rodríguez Ten //
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En un momento en que las resoluciones judiciales están cambiando de sentido, y mayoritariamente se está aplicando la normativa deportiva sobre la legislación concursal, la orden judicial de inscribir al Salmantino (no el Salamanca Ath.), derivada de la liquidación de la UDS y que necesariamente debe acatar la Federación de Castilla y León está removiendo de nuevo los cimientos de las relaciones entre normas deportivas y estatales.
A FIFA no le importaron otros supuestos similares (Orihuela, Real Jaén, UE Lleida y algún otro más), pero parece ser que este sí. Hay algo más. Se intenta que el Salmantino no juegue en Tercera División, y demostrar que estrategias como la de Juan José Hidalgo no se ajustan, entre otras, a las normas RFEF sobre refundaciones de clubes, que por otra parte no están mal (con algún matiz, que ya comentamos). El problema es que hay una resolución judicial (y no política o administrativa) de por medio… la solución fácil (la política) no cabe de momento… Miguel Cardenal no puede mediar entre el Poder Judicial y FIFA…
Es evidente que se está creando el caldo de cultivo propicio para la ineficacia de dicha resolución judicial, directa o indirectamente, en lo que podría ser una ingeniosa estrategia combinada de los expertos juristas de la RFEF. La litispendencia de algún recurso judicial o la posibilidad de que por algún tercero se impugne la inscripción que le perjudica y se inicie un nuevo proceso, etc. se podrían ver influidos por las amenazas expresas de expulsar a la FFCL de la RFEF, o de sancionar a la RFEF.
No obstante, expulsar a la FFCL de la RFEF por cumplir una decisión judicial sería nulo de pleno Derecho y con previsible estimación de las medidas cautelares (el procedimiento sería en España). Y que FIFA expulse a la RFEF por no impedir que una de sus Federaciones afiliadas aplique una decisión judicial (algo imposible legalmente) sería una decisión que debería seguir el mismo camino, sea directamente en el TAS o posteriormente ante la justicia suiza, dado que entendemos encajaría en la vulneración del orden público suizo. Y cuidado, porque también existen mecanismos para que la Unión Europea pueda presionar a FIFA respecto de la obligación de cumplir el Derecho y las decisiones judiciales de los Estados miembros si quiere desarrollar su actividad en los mismos… y podría existir un efecto boomerang. No inmediato, eso sí.
En cualquier caso, lo de Salamanca parece ya una cuestión de Estado. Hay que plantearse si el COI la ha tenido en cuenta para no conceder a Madrid los JJOO, y porqué Alberto de Mónaco no preguntó sobre ello.
