Por Ramón Fuentes //
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Habrá que estar pendientes este miércoles a las resoluciones del Comité de Competición. Especialmente lo que pueda suceder con el jugador del Rayo Vallecano, Iván Amaya. Teniendo en cuenta lo sucedido el pasado sábado en el Sánchez Pijuan. El jugador fue expulsado en el minuto 83 por doble amarilla. El problema llego cuando abandonó el césped. Tal y como recoge el acta arbitral del colegiado canario, Hernández Hernández, «una vez expulsado y fuera de los límites del terreno de juego fue invitado por el cuarto árbitro a abandonar el acceso al tunel de vestuarios. Antes de hacerlo definitivamente se dirigió al cuarto árbitro en los siguientes términos:»Vete a tomar por el culo».
Teniendo en cuenta esta redacción arbitral, el jugador del equipo rayista podría ser sancionado duramente en la reunión de mañana miércoles del órgano federativo. Partiendo siempre del partido de sanción que le impondrán por la doble amarilla, la clave radica en la interpretación que den a la expresión utilizada por el jugador a la hora de dirigirse al cuarto árbitro.
Si se considera como insulto, tal y como recoge al actual artículo 94 del código disciplinario, estaríamos hablando de un castigo mínimo de cuatro partidos. Dicho artículo dice literalmente que «insultar, ofender o dirigirse en términos o actitudes injuriosas al árbitro principal, asistentes, cuarto árbitro, directivos o autoridades deportivas, salvo que constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de cuatro a doce partidos». A esto hay que sumar el precedentes de Gerard Pique y Patrick Ebert, los dos sancionados con cuatro partidos por sendos insultos. Primero fue el azulgrana. El ultimo fue precisamente el compañero de equipo de Iván Amaya, por insultar al colegiado durante el partido ante el Deportivo de la Coruña. Lo normal es que el jugador sea sancionado con 5 partidos, el partido por la doble amarilla mas los cuatro del insulto.
Solo existe la posibilidad de que el comité de competición pudiera considerar que esta expresión no llega a ser un insulto y es un menosprecio. En este caso se aplicaría el artículo 117 del escrito disciplinario que dice textualmente que «Dirigirse a los árbitros, directivos o autoridades deportivas en términos o con actitudes de menosprecio o de desconsideración siempre que la acción no constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de dos a tres partidos o por tiempo de hasta un mes».
Pero aun en este caso estaríamos hablando de una sancion mínima de tres partidos que, aplicando este artículo, podían ser cuatro o incluso los cinco que se impondrían siendo un insulto. Lo cierto es que, sea insulto o menosprecio, Amaya se expone a una sancion que le va a tener varias semanas fuera de los terrenos de juego. Considerando el paron por el compromiso de la selección, podría llegar a ser un mínimo de un mes. La segunda sanción dura para el Rayo en apenas seis jornadas de Liga.