Por Ramón Fuentes //
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Apela a que esta situación extraordinaria para este 31 de diciembre puede convertirse en algo normal de cara al futuro. Sigue pensando que acabar el 22 no suponía tanto problema para la preparación de la selección.
Al margen de la gran gestión de la AFE sobre el conflicto del calendario, lo cierto es que el hecho de disputarse una jornada el 30 y dos posibles partidos el 31 de diciembre deja abierta la puerta a futuros cambios. Si bien el sindicato de futbolistas reitera que se trata de una medida excepcional, no es menos cierto que la LFP consigue así uno de los objetivos que viene reclamando desde hace ya mucho tiempo: que la Liga no parece en Navidad y que haya competición oficial en estas fechas tan señaladas.
La pregunta que surge ahora es: ¿quedará en algo excepcional o este es el primer paso para implantarse esta medida como algo habitual en España? Ya explicaba ayer que no parece fácil y es poco probable que el sindicato vaya a aceptar algo así en el próximo convenio que ambas partes deben volver a renegociar en verano del 2016. Conviene recordar que el convenio que rige actualmente la relación AFE-LFP se firmó en el verano del 2014 pero con una vigencia de dos temporadas. La pasada 2014-2015 y la que este mismo viernes arranca.
Como decimos no parece probable que la AFE vaya a aceptar como normal habitual algo similar a lo que sucederá en la Nochevieja de este 2015. Más que nada porque, como también argumentábamos ayer, ellos siempre han defendido que en Inglaterra se juega en Navidad porque el sindicato está totalmente de acuerdo y porque recibe una alta cantidad de dinero a cambio de que los jugadores no paren en las fechas navideñas. Sólo bajo esa tesitura, que la LFP estuviera dispuesta a compensar económicamente al sindicato por este gesto, podría esperarse que se convirtiera en costumbre el disputarse competición oficial en Navidad y Fin de Año. Siempre y cuando los capitanes y jugadores de los equipos estuvieran de acuerdo. Pero para eso va a ser clave también, como ya exponía anteriormente, la respuesta que nos encontremos en esa jornada del 30 de diciembre, los dos partidos previstos para el día 31 así como también los partidos previstos para el día 2 e incluso el resto de la jornada del 3 de enero.
Pero no es menos cierto que, esta situación a la que se ha llegado por la complejidad del calendario, es algo que venía defendiendo la LFP desde ya tiempo. La necesidad de disputarse partidos oficiales en estas fechas para así descongestionar el calendario, especialmente para evitarse algunas de las jornadas que se disputan entre semana.
Conviene saber que la postura de la LFP también ha sido importante para lograr este acuerdo pese a no compartir muchos de los argumentos esgrimidos días atrás desde las otras partes, RFEF y el propio sindicato. Varias son sus argumentaciones.
Respecto a la preparación de la selección española considera que acabar el 22 no varía no afecta tanto respecto a acabar el 15 la liga y disputándose la final de Copa el 22. En condiciones normales incluso piensan que acabándose la liga el 22, desde el 23 todos los jugadores quedaban liberados salvo los que disputen la final de la Champion del 28. Con este calendario final, la pregunta que se hacen es: ¿Cuántos jugadores de verdad quedaran libres ese día y podrán tener descanso? ¿Cuántos internacionales no podrán hacerlo porque tendrán que jugar la final de Copa y Champion?. Igual resulta que con este nuevo mapa incluso hay más jugadores afectados que finalizando dicho día 22.
Más que nada cuando esta misma temporada hemos asistido a un final muy atípico de competición. Resulta que la liga en Primera finalizó el 18 de mayo pero los internacionales no acabaron hasta el 15 de junio por los compromisos de la selección. Y porque, tal y como entienden desde la patronal, aún acabando el 22 de mayo, cumplía la normativa FIFA respecto a la concentración de las selecciones.
Porque la LFP, como es lógico, defiende su negocio y tiene claro que, al margen de los compromisos internacionales, quien mantiene este “circo” del fútbol son los clubes, es la patronal formada por los 42 representantes: 20 de Primera y 22 de Segunda. El peso recae sobre la LFP y los clubes que buscan hacer rentable este negocio para poder pagar a los jugadores los sueldos que corresponden y con el deseo de mantener a nuestra competición como la liga más importante del mundo. No puede negarse que la negociación colectiva de los derechos audiovisuales, la entrada de nuevos patrocinadores de la propia LFP, son vías de ingresos futuros que permiten la estabilidad y un futuro prometedor para la nuestra Liga. Especialmente para poder competir, en la medida que se pueda y que no va ser nada fácil, con la Premier League. La liga inglesa es la gran amenaza del fútbol europeo y mundial de los próximos años. Ya lo estamos viendo con las operaciones recientes de Otamendi, Pedro etc..Por eso la LFP trabaja por evitar un éxodo de los futbolistas y mantener el potencial actual e incluso mejorarlo.
Está claro que cada uno rema hacía su lado en esta lucha. La RFEF por lo suyo, la AFE también y por supuesto la Liga de Fútbol Profesional.
