Por Daniel Roberto Viola //
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Por activación de la ‘dinámica de lo impensado’, célebre expresión del periodista Dante Panzeri (1921-1978), desde la noche del jueves, todas las miradas hicieron foco una y otra vez en las imágenes de TV del frustrado Boca-River. Mientras Ponzio, Driussi y Funes Mori trataban de quitarse no se sabía qué de los ojos, se iniciaba otro partido sin pelota.
La escena del crimen se trasladó al lugar donde estaba colocada la manga de salida de los jugadores de River. Un hecho inédito hasta entonces.
Ya casi en la medianoche, la TV mostraba cuando un grupo reducido de sujetos con gorra y camiseta de Boca, cortaban el alambrado pegado a la manga de salida. Enseguida comenzó a rodar la versión que el segundo tiempo del partido se iba jugar en otro estadio pero sin público y a puertas cerradas: ¿Vélez o Racing?
Con el paso de las horas, el bochorno se hizo carne en la conciencia de los verdaderos hinchas de Boca. Con el partido suspendido, los asesores legales del club buscaron de argumentar para completar los 45 minutos restantes en un descargo de 50 páginas presentado el día sábado en Asunción.
Al decir de los colegas, los jugadores de Boca no hicieron nada para suspender el partido y por ende, ‘el equipo’ no fue el responsable de lo ocurrido. Desde la FIFA, Blatter pidió una ‘sanción ejemplar’.
El nuevo reglamento disciplinario de la Conmebol (11/02/2014), en su Art. 6 establece la responsabilidad objetiva que recae sobre quienes deben resguardar la seguridad, el buen comportamiento y el orden en ocasión del partido: «Las asociaciones miembro y los clubes son responsables del comportamiento de sus jugadores, oficiales, miembros, público asistente, aficionados así como de cualquier otra persona que ejerza o pudiera ejercer en su nombre cualquier función con ocasión de los preparativos, organización o de la celebración de un partido de fútbol, sea de carácter oficial o amistoso».
El Art. 22, enumera una serie de sanciones posibles de aplicar, entre ellas:
Inciso c) multa económica, que nunca será inferior a u$s 100 ni superior a u$s 400.000;
Inciso g) determinación del resultado de un partido;
Inciso l) descalificación de competiciones en curso y/o exclusión de futuras competiciones.
Este reglamento lleva la firma del Secretario General y representante por Argentina, José Luis Meiszner, amigo de Julio H. Grondona y ex presidente de Quilmes A.C.
Su redacción fue encargada a juristas españoles, entre ellos, Gorka Villar actual Director General de la Conmebol, hijo de Ángel María Villar, quien desde 1988 ejerce como mandamás de la Real Federación Española de Fútbol. Dicho reglamento está inspirado en la problemática de las competencias europeas bajo la jurisdicción de la UEFA.
A diferencia de la AFA, la Conmebol ha optado por no tipificar en el reglamento las conductas punibles junto a una escala de sanciones, sino partir de una base muy genérica (Art. 6) para luego fijar una serie de penas que pueden combinarse entre sí, dejando el campo abierto a la discrecionalidad del Tribunal de Disciplina para encuadrar el caso, al amparo de los principios de lealtad, integridad y deportividad (Art.5).
Para Daniel Angelici lo ocurrido fue obra de unos pocos inadaptados, que serán identificados y luego expulsados si se comprueba que son socios del club.
Tras 48 horas donde abundaron especulaciones de todo tipo, se conoció el fallo del Tribunal de Disciplina:
1) Descalificación de Boca Juniors de la Copa Libertadores 2015, sin exclusión de futuras competiciones.
2) Imposición de jugar sus próximos cuatro partidos de competiciones de la Conmebol a puertas cerradas.
3) Prohibición de venta de entradas a sus aficionados cuando deba jugar de visitante (4 partidos).
4) Multa al club de u$s 200 mil a descontar de los derechos de TV.
5) Advertencia de considerar reincidente al club ante hechos similares en los próximos cinco años (sanciones más severas).
Éste que debió ser un ‘fallo ejemplar’ y un ‘caso testigo’ contra la violencia en el fútbol, ha quedado a mitad del camino.
Como señal de malos augurios, una flamante bandera de 80 metros de ancho con la frase: «La leyenda continúa. La 12 unida jamás será vencida», que habría sido regalada por Carlos Tevez a los barras de La Doce, permanece guardada en la cancha de papi fútbol del club, a la espera de ser exhibida por sus propios dueños.
El espejo del fútbol argentino sólo nos devuelve la imagen del abismo. ¿Cuál será el maleficio?
Daniel Roberto Viola-Director Iusport Latinoamérica.
Abogado-Universidad de Buenos Aires.
e mail: estudio@viola-appiolaza.com.ar
Nota del Autor: Publicado en El Cronista Comercial.