Por Ramón Fuentes //
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Dos semanas se acaban de cumplir desde que LFP y RFEF firmaron una «paz temporal» durante la última Junta directiva federativa celebrada en la sede de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.
Como ya contamos en IUSPORT, la Federación respaldaba la inminente aprobación del Real Decreto-Ley de venta centralizada de los derechos de televisión y, como contrapartida, la patronal se comprometía a apoyarle en su intención de tener una reunión con el Gobierno para tratar las revisiones fiscales a las que están sometiendo al fútbol base. En dicho encuentro ambas partes volvieron a solicitar al Gobierno la urgente aprobación del Real Decreto-Ley que permite poner en práctica este nuevo reparto de los ingresos audiovisuales.
Pues bien, catorce días después, no hay respuesta alguna desde la Administración. Si bien el presidente de la LFP, Javier Tebas, ha lanzado mensajes positivos al respecto, lo cierto es que no hay constancia oficial de que pueda ser aprobado en próximas fechas, empezando por el Consejo de Ministros de este mismo viernes. De hecho la gran mayoría de los clubes tampoco han recibido noticia alguna en las últimas fechas que indique lo contrario.
Y lo peor de todo es que el tiempo empieza a agotarse, más que nada porque la estrategia de los clubes pasa porque este nuevo formato de venta se implante ya desde la próxima temporada 2015-2016 y no en la 2016-2017 como estaba previsto inicialmente. El problema radica en que, cuanto más tiempo pase sin aprobarse, más difícil será vender el producto conjuntamente fuera de España. Y no olvidemos que, atendiendo a las previsiones de la propia LFP, los clubes percibirían unos 300 millones más de lo que están ingresando actualmente de los derechos audiovisuales.
Unas cantidades que son esenciales para la gran mayoría de los clubes del fútbol profesional. No en vano esos 300 millones de mejora representan casi el 50% de las deudas que actualmente tiene el fútbol profesional con la Agencia Tributaria. Visto así, sólo bastarían dos temporadas para que los clubes se pusieran al día con Hacienda.
Sigue sin haber acuerdo entre la RFEF y LFP
¿Por qué no lo aprueba el Gobierno? ¿Qué motivos hay para no hacerlo ahora que parece que se ha logrado la paz en el fútbol? La explicación a todas estas incógnitas radica precisamente en esa unión «ficticia» entre patronal y federación. Si bien este es el mensaje que se traslada al exterior, interiormente sigue sin haber un acuerdo en torno a las cantidades que percibirían ambas instituciones en esa futura venta centralizada de los derechos audiovisuales. Y especialmente en lo que afecta al porcentaje destinado a la Federación Española.
Como venimos contando desde meses atrás en IUSPORT, la institución federativa pretende percibir un 5% del total de esos cerca de 1.100 millones previstos en este nuevo panorama. Aproximadamente 50 millones de euros.
El escollo no sólo está en el porcentaje, sino también en el hecho de la LFP entiende que es ilógico que la RFEF reciba esta cantidad además de los 30 millones que anualmente ya percibe en el convenio de coordinación firmado entre ambas partes.
Este disparidad de opiniones en torno al reparto son perfectamente conocidas dentro del Gobierno. Sin ir más lejos, la semana pasada hubo una reunión de la Administración con representantes de la Federación donde quedó patente esta discrepancia. Distanciamiento que también explica el porqué sigue sin salir adelante el Real Decreto.
Cuenta con un gran abanico de medidas de presión
Si bien la Liga de Fútbol Profesional no quiere llegar a tener que adoptar medidas drásticas como forma de presión al Gobierno; no es menos cierto que ya se han barajado más de una en el seno de los 42 clubes que lo componen. La primera de ellas, como ya contamos en IUSPORT el pasado 23 de marzo, pasaría por parar una jornada.
En el caso de Primera y Segunda división todavía están a tiempo de poder emprender esta medida de presión dado que cuentan con la fecha del 20 de mayo para poder recuperarla. Pero no es la única que se han planteado dentro de la patronal. Si la aprobación se demorara más y no estuviera vigente antes del inicio de la próxima temporada, estas podrían ser incluso más drásticas. Empezando por retrasar el inicio del campeonato liguero con el consiguiente daño para la selección española de fútbol, dado que en el verano del 2016 será cuando se celebre la Eurocopa de Francia. Pero incluso podrían ser más tajantes, hasta el punto de poder poner trabas a la cesión de jugadores a la selección; ambas medias como clara presión a la Federación si para entonces su enfrentamiento impidiera que el Real Decreto saliera adelante. Estas últimas serían en un caso límite al que esperan no tener que llegar.
Lo cierto es que existe una enorme inquietud en el seno de la Liga de Fútbol Profesional porque pasa el tiempo y el Real Decreto-Ley continúa sin ver la luz. Los tiempos se acortan, esto sin considerar que el Gobierno decidiera adelantar la convocatoria de elecciones generales, lo que complicaría aún más la situación.
