Por Abel Hernández Blanco //

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El pasado 27 de diciembre en la localidad de Mérida, un centenar de personas rindieron homenaje a Fernando López Acera, con motivo de haber colgado el silbato de árbitro de Segunda División, aunque ahora pasará a la labor de Delegado-Informador de Primera y Segunda División, nombrado directamente para esta labor por el Comité Técnico de Árbitros de la Real Federación Española de Fútbol y cuyo actual adjunto al Director Técnico del mismo, el excolegiado internacional Luis Medina Cantalejo, estuvo en el Homenaje representando al CTA: “estamos aquí, por ti Fernando y contigo” señaló Cantalejo.

Además de amigos y familiares, acudieron al acto directivos del CTA de Cataluña y de Castilla y León, representantes de clubes gallegos o vascos, prácticamente la totalidad de los actuales colegiados de la Segunda División, de todas las regiones españolas, también algún asistente de Primera, exárbitros, muchos de ellos de la Delegación de Mérida, el hogar arbitral de López Acera. Pero lo más llamativo fue que un solo colegiado extremeño de 2ªB (de los cinco que hay), cuatro árbitros extremeños de Tercera División en activo, y alguno de Preferente – todos ellos unos valientes – fueran la representación regional del colectivo en el homenaje.

Lo que sin duda más llamó la atención, fue que no acudió al acto ni un solo representante de la Federación Extremeña de Fútbol, ni siquiera del propio Comité de Árbitros de Extremadura, en su nombre, “el marrón” de hacer entrega de dos placas, recayó en el empleado Gordillo, amigo personal de Fernando López y actual tesorero de la Delegación emeritense, que cumplió dignamente con la misión. Sí estuvieron, sin embargo, los ex directivos del Comité Territorial que quisieron estar presentes en un acto tan importante para el arbitraje extremeño como era el reconocimiento a la carrera arbitral de un colegiado que alcanzó el Fútbol Profesional, algo que no ocurre todos los días en esta región.

López Acera en su impresionante e imperdible discurso final, tuvo palabras de agradecimiento para todos aquellos que quisieron compartir con él ese día tan especial, y seguramente, la propia selección natural darwiniana ocasionó la ausencia de aquellos a los que con casi toda seguridad, poco o nada tenía que agradecer, sencillamente porque la forma de entender la vida, comprender las situaciones y amar el arbitraje, dista mucho entre Fernando y unos dirigentes territoriales que una vez más dieron muestra de su modus operandi, impidiendo que la organización territorial a la que tanto ha dado López Acera pudiera estar presente en su merecido homenaje.

Un buen dirigente es aquel que es consciente de que nadie estará nunca por encima de la organización a la que representa, y que cuando se ostenta un cargo representativo, siempre se debe velar por la responsabilidad que conlleva y no hipotecar el prestigio, honor e integridad de dicha organización. No es el estilo de López Acera hablar de los que no están, y por eso simplemente mencionó la situación como un momento de alegría por la incomodidad que supondría no poder mostrar una gratitud que nunca sintió. Y es que, conociendo tan profundamente a Fernando y a algunos dirigentes territoriales, supongo que su tremenda personalidad, entereza, honradez y valentía le habrán permitido superar las desavenencias de quien no está dispuesto a tragar con todo, de quien defiende la verdad y odia la injusticia. No han podido con él. Pocos en Extremadura pueden y saben expresarse con esa humanidad, calidad, destreza, personalidad y sabiduría como lo hace López Acera, por eso no es de extrañar que desde el Comité Técnico se le haya nombrado informador de Primera y Segunda División, si hay pocos hombres justos, este sin duda es uno de ellos.

Me sorprendió durante el homenaje que muchos asistentes eran conocedores del “escándalo y las irregularidades de las últimas elecciones a la FEXF” y también de las últimas denuncias de árbitros extremeños sobre las “presuntas coacciones del Comité Extremeño” y de la última actuación de su presidente en Badajoz, cuando presumiblemente se introdujo el vestuario arbitral y me convencí de lo pequeño que es este mundo del arbitraje.

Tuve oportunidad de dialogar con los árbitros de Segunda División, me llamó la atención su innegable juventud, pero sobre todo su preparación curricular e intelectual, sus conocimientos, su saber estar, lo unidos que están, sin duda la buena labor que lleva a cabo Medina Cantalejo y el CTA Nacional tiene mucho que ver en esa armonioso compañerismo, también mostraron  su preocupación ante lo que ocurre o pudiera estar ocurriendo en Extremadura.

El pasado fin de semana también pude compartir gratísima conversación con un trío arbitral de Segunda B que acudió a Extremadura a dirigir un encuentro, curiosamente también conocían por los medios nacionales “los problemas en el arbitraje extremeño”, ellos me hablaron de su total independencia, de la  transparencia de su Comité y sinceramente pude entender el cómo y porqué con 24 años, el árbitro ya llevaba tres temporadas en la Segunda B y con envidia insana – no la hay sana – me preguntaba por qué en esta región nuestra todo tiene que ser diferente.

Es este homenaje a Fernando López Acera, me consta fehacientemente – al igual que a él mismo – les hubiera gustado a muchos colegiados de Extremadura estar acompañándole, pero han recibido insinuaciones y recomendaciones en el sentido contrario, y ya saben amigos, “el miedo es libre”, por eso antes llamaba “valientes” a los extremeños que sí le honraron con su presencia.

Una de las frases del homenajeado fue que “había que dejar en herencia a nuestros hijos una sociedad más justa, y hay que pelear por ella, para que nunca nadie nos diga que es lo qué tenemos qué hacer o dónde ir, una sociedad libre del miedo”.

Las instituciones, como dije antes, deben y tienen que estar por encima de las personas, siempre, pero cuando se cree lo contrario suelen ocurrir actitudes como estas, permítanme la expresión “tan catetas”,  que nos hacen sonrojar ante los que llegan de fuera, aunque conozco la opinión al respecto de algunos dirigentes federativos nacionales y me tranquiliza que sepan discernir entre “personajes y personas”.  Pero lo que no tenemos que estar dispuestos es a sufrir a esa Extremadura distinta, casposa y que se mira el sucio ombligo, hay que pelear por quedarla reducida a un reducto que acabará corrompiéndose y lo único que habrá que hacer después es quitar el tapón para que por fin todo se vaya por la alcantarilla.

Injustificadas ausencias, donde las llamadas de última hora no pueden servir cuando hacía meses que conocían el acto. Cada uno queda retratado para siempre por sus actos, siempre. Se han buscado o buscarán excusas peregrinas, disculpados podrán quedar aquellos que siguen atenazados, aunque ya es hora de que dejen de agachar la cabeza y creo sinceramente que la dignidad vale bastante más que meterse unos eurillos en el bolsillo cada fin de semana. Lo que se iba a unir, se está descosiendo “o estás conmigo o contra mí”. Pronto organizarán un acto para arroparse a sí mismos, ¡qué triste es autoengañarse!  La venganza, el abuso y la amenaza son las armas de los mediocres.

Me enorgullece como extremeño la representación que allí estuvo, gente buena y buena gente. Para los organizadores – la asociación emeritense Fair Play – mi más sincera enhorabuena, por su trabajo, empeño y ese “Juego Limpio” por el que siempre pelearon.

Todos saben lo que pasó y cómo, y el tiempo será inexorable juez y portavoz. Muchos saben lo que pasa y quienes son los responsables, unos callan, otros otorgan, y todos esperan…de momento.

Todos y cada una de las personas allí presentes podían mirarse directamente a los ojos, y sobre todo compartieron mesa, mantel y conversaciones con las conciencias muy tranquilas. Algunos de los ausentes ¿habrían podido aguantarle la mirada al propio Fernando?

Por IUSPORT

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