Por Xavier-Albert Canal Gómara //
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El Presidente Josep María Bartomeu nos ha sorprendido, al menos en parte, al anunciar la convocatoria de elecciones a final de la presente temporada cuando lo que realmente se esperaba, para eso se había citado a la prensa, eran explicaciones del cese del director deportivo Andoni Zubizarreta.
La tarde se presumía ajetreada para el Presidente. Primero la rueda de prensa, que ha empezado con una hora de retraso y, posteriormente, estaba prevista una reunión de la Junta Directiva.
Aunque ha afirmado que en el Club todo va bien y lo único que hay un exceso de tensión, la convocatoria lo desmiente. Demasiados frentes abiertos, con un Presidente dimitido hace un año sin explicar claramente el por qué, y un cúmulo de errores, con disensiones y deslealtades en la propia Junta, han forzado el adelanto electoral. Prueba de ello es que se convoca a la prensa por el cese de Zubi y la única manifestación del Presidente es el anuncio de elecciones, el resto de lo dicho ha sido a preguntas de la prensa, y, además, se suspende la sesión de junta directiva prevista.
Entiendo que poca salida tenían. Tal y como se encuentra la entidad, discrepo del Presidente que todo va bien, cada partido hubiera sido un plebiscito, término de moda en Cataluña, dependiendo del resultado. Y el mes de enero y parte de febrero deparan enfrentamientos complicados. Empezando por el próximo domingo con los colchoneros.
Los actuales estatutos del FC Barcelona, aprobados en octubre de 2013, prevén que las elecciones deben celebrarse dentro de los seis últimos meses de la vigencia del mandato y con la antelación suficiente para que sean antes de su finalización, es decir, antes del 30 de junio. Explicita, además, que serán entre el 15 de marzo y el 15 de junio y, recomendando, que sea en día de partido. Pero no será el supuesto. Aquí no se finaliza el mandato, que sería el 30 de junio de 2016, sino que se produce un adelanto electoral.
Sólo contemplan elecciones anticipadas en los estatutos caso de cese generalizado de miembros de la Junta Directiva, entendiendo por tal (i) más del cincuenta por ciento de sus miembros incluyendo el presidente (ii) más del setenta y cinco de sus miembros si el presidente no está entre ellos. Quiero pensar que la previsión la ha tenido en cuenta el Presidente al anunciar las elecciones y que, por lo menos, se hayan leído los estatutos. La experiencia nos dice que el conocimiento de los textos normativos no es un punto fuerte de los actuales gestores del Club.
Cuando se produce esa renuncia generalizada debe nombrarse una Comisión Gestora, presidida por el Presidente de la Comisión Económica, que debe convocar elecciones en el plazo de tres meses desde su toma de posesión, no pudiéndose celebrar entre el 15 y 30 de junio.
Es decir, que la dimisión generalizada puede producirse en cualquier momento, incluso a partir del 1 de julio, con lo que podrían cerrar el ejercicio económico, el 30 de junio, y la obligatoria auditoría.
Por lo menos está previsto estatutariamente que la junta entrante tendrá un mandato de cinco años más el período comprendido entre la toma de posesión y el 1 de julio siguiente.
A los culés nos esperan unos meses intensos.
Xavier-Albert Canal Gomara
Abogado
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