[Img #3868]Esta frase, atribuida al expresidente Néstor Kirchner, fue espetada por la titular de la organización de derechos humanos Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, una aliada de Cristina Kirchner, al locutor de televisión Marcelo Tinellial, al hilo de la polémica desatada en Argentina con la retransmisión del fútbol por TV.

[Img #3870]La retransmisión de los partidos de fútbol en Argentina, en manos del Estado desde 2009 en una operación oscura del poder y nunca investigada, desató una fuerte polémica estos días entre el Gobierno de la presidenta Cristina Kirchner y el popular locutor de televisión Marcelo Tinelli, cuya anunciada participación se frustró este viernes cuando faltaban horas para el inicio del Torneo Final-2014.

Desde agosto de 2009, el fútbol argentino es retransmitido por canales de televisión pública, en abierto y de forma gratuita, en virtud del convenio suscrito entre la AFA y el Estado Nacional, con una cuya vigencia de 10 años.
 
Los clubes argentinos, fuertemente sacudidos por la crisis económica, amenazaron con huelga para el inicio de la Liga de 2009. Las deudas de los veinte equipos de Primera superaban entonces los 125 millones de euros y sus principales acreedores eran la propia AFA, el Estado argentino y los jugadores.

Con el plante pretendían que las operadoras titulares de los derechos televisivos les duplicaran su dotación. Los derechos pertenecían a una sociedad en la que estaba integrada el grupo Clarín, la norteamericana Liberty (40%) y la española Telefónica (20%).

De acuerdo con el contrato en vigor en 2009, las operadoras de  TV debía aumentar su aportación a los clubes de 230 a 268 millones de pesos (60 a 70 millones de dólares) para la temporada 2009-2010, pero Grondona, por mandato del Gobierno argentino, dijo que ese incremento es insuficiente.

El paso siguiente era que Grondona pidiera ayuda al Gobierno, el cual estuvo raudo a contraofertar la posibilidad de un nuevo contrato entre la AFA y la cadena estatal Canal 7, para que ésta retransmitiera los partidos por televisión abierta, por un monto que duplicaría el que pagan las empresas.

Sin embargo, por mor del contrato en vigor, la AFA no podía ofrecer la comercialización del fútbol a un tercero hasta 2014. Claro, eso es así allí donde se respeta el Estado de Derecho, algo que no ha caracterizado nunca al peronismo.

Lo cierto es que se rescindieron anticipadamente los contratos de TV y desde 2009 la retransmisión por TV la controla el Gobierno peronista de Cristina Fernández Kirchner, y bien que la ha controlado a juzgar por el despliegue propagandístico que se ha visto en estos años.

Fichaje frustrado por el Gobierno

La participación de Marcelo Tinelli, estrella de la TV argentina, con su empresa Ideas del Sur, en sociedad con Torneos y Competencias (TyC), en la producción del programa Fútbol para Todos iba a anunciarse el martes pasado en un acto que se suspendió en medio de versiones sobre supuestas desavenencias del empresario con el gobierno.

«Siamo fuori de la copa jajaja», ironizó Tinelli en la red social Twitter, donde tiene dos millones de seguidores.

«¿A quién le mando la carta documento por despido?», agregó en otro mensaje la mañana del viernes.

«Lamento todo esto que ocurrió porque fui convocado para hacer algo que evidentemente no se podía hacer. Me di cuenta tarde», agregó unas horas después al agradecer mensajes de respaldo.

De este modo, el popular conductor, que hace años lidera los rankings de audiencia de la televisión argentina con su programa Show Match, y es vicepresidente del club San Lorenzo, campeón del Inicial-2013, anunció su salida del proyecto.

El cambio en Fútbol para Todos (FTP) impulsado por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el influyente secretario de Legal y Técnica de Presidencia, Carlos Zannini, buscaba cambiarle la cara a la transmisión deportiva de tono oficialista, según la prensa.

El programa ha sido una herramienta de propaganda oficialista y de campañas gubernamentales y algunos de sus portavoces más emblemáticos iban a quedar fuera de la nueva programación.

Según el diario La Nación, los aires de renovación que representaba Marcelo Tinelli encontraron resistencia en un sector del kirchnerismo, en particular en La Cámpora, la organización juvenil fundada por Máximo Kirchner, el hijo de la presidenta, que en principio había dado el visto bueno al conductor.

«Con el reloj marcando los minutos para comenzar el torneo ayer (jueves) se anunció el desembarco del nuevo staff con Sebastián Vignolo, Diego Latorre, Juan Pablo Varsky y Mariano Closs como cabezas visibles y por la noche todo cambió por decisión presidencial», señaló el matutino.

Y llegó Hebe de Bonafini

En medio de versiones cruzadas de los últimos días, la titular de la organización de derechos humanos Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, una aliada de la jefa de Estado, se había metido sorpresivamente en la polémica.

«Atento Tinelli: el Fútbol para Todos no está para ganar plata, sino para hacer política. Eso dijo (el expresidente) Néstor Kirchner y no nos podemos olvidar», dijo Bonafini el jueves al término de la ronda semanal en la Plaza de Mayo.

Como puede verse, no hace falta que especulemos. Ya lo decíamos en Iusport en 2009: el proyecto argentino del Fútbol Para Todos es un pilar esencial del kirchnerismo, el cual no está dispuesto a dejarlo ahora en manos de una estrella del firmamento mediático como Marcelo Tinelli, buscando un lavado de cara por la sencilla razón de que no lo pueden controlar.

«Se creyó que tiene más poder que yo», djo Cristina Kirchner y le cerró la puerta a Marcelo Tinelli.

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Por IUSPORT

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